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Gustavo Gutiérrez: los nuevos servicios financieros

Tiene 39 años y dirige Broxel, una de las alternativas más prometedoras en métodos de pago financieros.
lun 18 abril 2016 06:00 AM
Gustavo Gutiérrez quiere impulsar Broxel Labs, una división de su empresa que impulse el desarrollo de más start-ups de tecnología financiera.
Fintech a la mexicana Gustavo Gutiérrez quiere impulsar Broxel Labs, una división de su empresa que impulse el desarrollo de más start-ups de tecnología financiera.

Gustavo Gutiérrez recuerda que cuando era niño acompañaba a su madre al supermercado y observaba cómo llevaba a cabo el tortuoso proceso de pago con tarjeta de crédito en aquel entonces. “(Mi madre) tenía que sacarla, luego la cajera abría como tres enciclopedias y revisaba si ésta estaba boletinada. Si no aparecía en la lista negra, te planchaba la tarjeta”, cuenta.

Ahí surgió la semilla de su inquietud de aprovechar la tecnología para ofrecer servicios financieros disruptivos y en 2011 fundó Broxel Fintech, una compañía que con talento 100% mexicano se dedica a desarrollar y proveer plataformas de medios de pago a la medida de bancos, empresas y gobierno que ayuden a eficientar la experiencia digital de los usuarios finales.

Su menú de soluciones abarca la emisión de tarjetas personalizadas, aplicaciones móviles transaccionales y páginas web con sistemas novedosos de reconocimiento, prevención de fraude y atención al cliente.

Durante dos años y medio el emprendedor gestionó el plan de negocio, supervisó el desarrollo digital y negoció licencias con Visa, Mastercard y Carnet. “Fue un trabajo enorme armar todos estos activos para poder llegar con el cliente y decirle: ‘Tengo todo esto, ¿qué quieres? Y en un mes lo tenemos listo’”, dice el actuario de 39 años.

Ver: ¿Las finazas se están 'uberizando'?

El objetivo de Gutiérrez es ser partícipe de lo que él llama la “revolución transaccional”, que hoy protagonizan empresas como Lending Club o Paypal, algunas con valor superior a los mil millones de dólares. Esto despierta el interés de la banca tradicional por mejorar sus servicios y el de las start-ups, que quieren funcionar como complemento a estas instituciones.

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“No necesariamente se habla de intercambio monetario, sino de transacciones en donde el dinero deja de llamarse dinero porque tiene otro tipo de valor según su uso”, dice Iván Zavala, coordinador de sector de Tecnologías de la Información y Comunicación de TechBA.

“Es una de las industrias de emprendedurismo que traen más fuerza” agrega el presidente y director general de la asociación FinTech México, Jorge Ortiz. En 2014 se invirtieron 12,000 millones de dólares en fondeo hacia estas iniciativas, según el estudio The Future of Fintech and Banking de Accenture.

El portafolio de clientes de Broxel le permitió registrar en 2015 entre cinco y seis millones de operaciones con emisiones globales, con poco más de 1,500,000 cuentas. Cerró el año con 500 empleados y ya atrae la atención de empresas en España, Israel y Alemania que buscan una solución en su andamiaje tecnológico.

Gustavo Gutiérrez alista para este año una gama de productos para incursionar en la industria del marketplace, atender al mercado millennial a través del servicio directo al consumidor -la otra división de Broxel- e impulsar Broxel Labs, una incubadora dedicada al desarrollo de start-ups mexicanas de fintech.

“Nuestra apuesta es hacer de México un hub de tecnología hacia Latinoamérica, el talento que hemos encontrado aquí sin duda puede competir en cualquier nivel, simplemente es cosa de encausarlo”, apunta.

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