Las 4 razones por las que fracasan las emprendedoras de bajos ingresos
María del Rocío Pérez cerró su papelería hace más de tres años. El aumento de competencia, el pago de la renta y la presión de liquidar un crédito que solicitó para comprar una copiadora fueron las razones que la motivaron a terminar con el emprendimiento. “Ya no me funcionaba”, reconoce la emprendedora de 56 años, que tiene dos hijas e inició su negocio con ahorros personales y un préstamo. “No puedes estar invirtiendo o endeudándote para seguirle, cuando sabes que no te va a redituar”.
Las responsabilidades en el hogar y cuidado de los niños, la reubicación geográfica, la incapacidad para manejar el crédito dado a sus clientes y la falta de planeación estratégica y financiera son las principales causas del fracaso entre las emprendedoras de bajos ingresos, de acuerdo con un estudio realizado por el Failure Institute y la organización de desarrollo social y económico Pro Mujer.
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El reporte ‘Emprendedoras de bajos ingresos: fracaso y empoderamiento’, que recopila la experiencia de 194 emprendedoras de 15 a más de 60 años de la Zona Metropolitana del Valle de México, revela que estos cuatro factores provocaron que 41.1% de los negocios cerrara en la etapa inicial, 28.77% en el proceso de crecimiento, 13.01% en la etapa de estabilidad, 9.59% en la fase de expansión y 7.53% en periodo de madurez.
“La mitad de las participantes indicó que la carga del hogar y el cuidado de los niños incidió en el fracaso de su negocio”, destaca María Cavalcanti, CEO de Pro Mujer. “Los gobiernos locales, las empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales deben trabajar juntos para llevar programas y opciones de cuidado infantil accesibles y de calidad a familias de bajos ingresos. Al mismo tiempo, tenemos que promover la redistribución en el hogar del trabajo no remunerado”.
El 30% de las mujeres consultadas revela que la reubicación geográfica fue la causa de su fracaso. “Muchas de estas mujeres se dedican a la venta por catálogo y cuando se cambian de lugar ya no tienen a nadie a quien venderle, es como volver a empezar y representa un gran riesgo de que el negocio fracase o, peor aún, de que no puedan cobrarle a sus clientes anteriores”, detalla Leticia Gasca, directora ejecutiva de Failure Institute.
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El estudio señala que este sector es incapaz de disminuir el impacto de los créditos dados a sus clientes, quienes en ocasiones no se apegan a las fechas de pago o, incluso, dejan de pagar. Además, Gasca destaca que este grupo de emprendedoras carece de conocimientos administrativos y de gestión de un negocio, lo que complica su supervivencia pero no impide que vuelvan a intentarlo.
“Lo que destacaría es lo resilientes que son estas mujeres”, enfatiza la directora del instituto. “Muchas veces pensamos en los emprendedores seriales como estos seres de las colonias Roma o Condesa, pero ellas también son emprendedoras seriales porque de esa determinación y resiliencia depende la subsistencia familiar”.