Archivo Moda Mexicana ambiciona ser la pasarela digital de los diseñadores
Ana Gómez y Elina Corona aprendieron que una idea creativa no es suficiente para levantar dinero. Su campaña en la plataforma Kickstarter para crear Archivo Moda Mexicana (AMM), una plataforma web que vincula a los diseñadores de moda y sus consumidores, reunió en mayo pasado solo 12% de los 389,000 pesos que requería para llevarla a cabo. “Nadie sabía quiénes éramos, así que comenzamos generar alianzas estratégicas para darnos a conocer”, comenta Corona.
Una de ellas fue con el Abierto Mexicano de Diseño, que se celebra en octubre, en el que serán responsables del espacio dedicado a diseñadores de moda y una posible colaboración especial con la revista Elle, adelanta la cofundadora. Con esta confianza, las emprendedoras estrenaron AMM, la primera plataforma digital que documenta y promociona el trabajo y las colecciones de diseñadores mexicanos contemporáneos.
“Debíamos tener un producto en el mercado que comprobara que hacía falta un puente entre consumidores y diseñadores”, señala Corona, quien subraya la ambición de AMM como una memoria y registro visual del trabajo de los creadores. “No hay ninguna plataforma que concentre su información, las historias detrás de las marcas y sus colecciones, su proceso de producción, su oferta de valor y qué los inspira. Eso es lo que queremos mostrar”.
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Para Montserrat Caballero, fundadora y directora de la incubadora de negocios TALLER Fashion Development Proyect, se trata de una buena iniciativa. “Me gusta la idea, la imagen –de la plataforma- además de que aporta al diálogo al reunir en eventos a gente del sector”. La experta apunta que es un avance para la industria que se trascienda a los blogs de moda con proyectos que consideren modelos de negocios, como es el caso de AMM.
El desarrollo de la plataforma requirió de una inversión de 150,000 pesos y arrancó con 20 diseñadores, quienes probarán los servicios como directorio de marcas, bolsa de trabajo, contenido especializado y marketing por seis meses a fin de mejorarlos. Posteriormente, pagarán una membresía conforme a sus necesidades. La publicidad y la capacitación en temas de negocios serán otras fuentes de ingresos.
“No somos una tienda en línea, pero tenemos claro que debemos cerrar el ciclo de producción y venta”, agrega Corona, quien es economista de formación. “Es importante tener los puntos de venta físicos y digitales de los clientes, redes de contacto y mensajería –con chatbots- para que el consumidor tenga contacto directo con los diseñadores”. El objetivo es fomentar el engagement de los consumidores a las marcas.
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En los siguientes seis meses, el equipo de cinco personas –incluidas las dos cofundadoras- se enfocarán a buscar alianzas como la que tuvieron en julio pasado con la iniciativa Fuck Up Nights, con el que realizaron una edición especial sobre historias de fracasos de diseñadores mexicanos y del que surgió la colaboración con la revista Elle.
“Les encantó lo que hicimos, porque es comenzar a ver la moda desde otro enfoque”, señala Corona, quien enfatiza la importancia del sector que aporta 2% del Producto Interno Bruto (PIB) y registró ventas por 166,300 millones de pesos en 2017, según cifras de la investigadora de mercados Euromonitor. “Es una industria que sigue creciendo y robusteciéndose. El gobierno y las cámaras empresariales deben voltear a verla para darle la importancia que tiene”, concluye.
