Las start-ups de monopatines eléctricos se alinean con la Semovi
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión). En abril de 2018, Sergio Romo y Jonathan Lewy crearon Grin, una start-up que retomó el concepto de movilidad con monopatines eléctricos que ya funciona en varias ciudades europeas y estadounidenses, y lo trajo a la Ciudad de México, donde comenzó a operar en julio pasado con 50 unidades. El servicio empezó en colonias como Polanco, Anzures, Condesa, Nápoles y Narvarte, con una tarifa inicial de 15 pesos. Cada minuto de uso costaría dos pesos más.
Grin se adelantó así a competidores como Lime, que en julio pasado levantó 335 millones de dólares de Alphabet’s Google Ventures y Uber, y comenzó a operar en la Ciudad de México el 5 de octubre; y Bird, que también anunció su llegada ese mes. Para consolidar su servicio, la start-up mexicana cerró una ronda de inversión por 45.6 millones de dólares de fondos de inversión como Sinai Ventures y 500 Startups, entre otros, el 15 de octubre. Todo parecía ir bien, pero la llegada de estas empresas encendió los focos amarillos en las autoridades capitalinas, ante eventuales problemas de invasión del espacio público.
La Secretaría de Movilidad (Semovi) tomó medidas. El 17 de octubre informó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México sobre la implementación de un programa piloto de transporte mediante monopatines eléctricos. Los operarios deben entregar una serie de requisitos que incluye padrón de unidades, zonas de arribo, reglamento y póliza de seguro, para contar con la autorización, aunque no hay plazo para su entrega. Las unidades que circulen sin permiso, fuera del polígono autorizado o que obstaculicen la acera, serán remitidas a depósitos vehiculares.
Lee: VBike comienza a operar un sistema de bicis compartidas sin estación
Ese mismo día, Lime y Grin retiraron sus monopatines. “No esperábamos que hubiera un programa piloto a menos de un mes de haber iniciado la operación”, comenta Alexander Wieland, gerente general de Lime México. La compañía, que cuenta con el apoyo financiero de Google, ya entregó toda la documentación requerida por la autoridad y sólo espera su respuesta para reanudar el servicio.
Grin también se sujetará al programa piloto, indicó en un comunicado en el que informó sobre la suspensión temporal de sus actividades que, a la fecha, tampoco han reanudado.
La Semovi indicó que promovía el aviso ante los desafíos y oportunidades que los monopatines eléctricos generan por la ocupación del espacio público. “Estos modelos han llegado de forma inesperada, como lo hizo Uber y eso genera conflicto en las ciudades”, comenta Fernando Páez, director de Operaciones de WRI México, un organismo internacional que promueve la movilidad sustentable.
Video: Así es el primer estacionamiento masivo de bicicletas en México
Una nueva movilidad
Estas formas de transporte llegaron para quedarse y habrá que formar a los usuarios para que hagan un uso adecuado del servicio, agrega el especialista. “Uno de los principales impactos de este tipo de servicios ha sido el uso del espacio público”, expone el experto.
En lugares como San Francisco, la autoridad incautó 66 monopatines eléctricos por invadir las aceras e implementó un programa piloto en abril pasado. “Las autoridades deben definir exactamente cuáles son las cosas que deben regularse en estos sistemas o darle una lineamientos de funcionamiento”, comenta Páez, para quien cada opción de movilidad –Metro, Metrobús, microbuses, Ecobici, monopatines- debe ser complementario, de manera que el usuario pueda hacer viajes intermodales.
Las empresas manifiestan tener esa intención. “Grin llegó para contribuir a la movilidad sustentable y a la calidad de vida de nuestra ciudad”, indicó la start-up a través de un comunicado. “Tenemos planes de llegar a las ciudades que celebren este tipo de tecnología y estén en busca de nuevas opciones de transporte sustentable. Por lo pronto nuestros esfuerzos están enfocados en reanudar nuestras operaciones en la Ciudad de México”, finalizó Wieland.