Lo que no vemos del 'show' de CIE

Nota del editor: Esta nota fue publicada originalmente en la edición 1195 de la revista Expansión, Los disruptores, correspondiente a agosto de 2016.

(Expansión) — "Del 20% al 25% de descuento sobre los boletos en Ticketmaster. ¿Qué dices?”, le ofrece una empleada de OCESA a este reportero durante una promoción especial. Al preguntar a qué se debía tal rebaja, respondió que no estaba incluido el cargo por servicio, es decir, la tarifa que cobra Ticketmaster por intermediar en la venta entre el evento y el asistente.

No es una cantidad menor: para el concierto de Black Sabbath este año en el Foro Sol, el cargo por servicio es 149.50 pesos, por una entrada general que vale 650 pesos. Es decir, el 23% de su valor.

Ese espectáculo lo organiza la firma OCESA, y los boletos se venden a través del sistema de Ticketmaster. Ambos tienen el mismo dueño: Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), la mayor compañía del sector en México y la cuarta promotora de eventos a nivel mundial, que preside Luis Alejandro Soberón Kuri.

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Ahora, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) investiga la cadena que involucra la puesta en escena de un evento en vivo, para averiguar si este tipo de cobros derivan de una posición dominante de CIE. “Sería un abuso que estos cobros se dieran por falta de competencia” dice una fuente de la Cofece, que pidió no ser identificada. “Consideramos que es pertinente iniciar el análisis de las condiciones de competencia en este mercado”, agrega Carlos Mena, titular del Área de Investigación de la Cofece, quien niega identificar a qué firmas inspeccionan.

A través de sus empresas, CIE promueve la gira de un artista, organiza conciertos en los recintos donde tiene exclusividad o preferencia y vende los boletos y hasta los alimentos.

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“Yo les he dicho que no pueden atar un servicio con el otro, que es una práctica anticompetitiva”, asegura Hugo Romero, fundador de Smarticket. “Ha sido todo un reto competir contra CIE”, añade. El ejecutivo afirma que ha vivido tragos amargos por las relaciones de CIE con recintos como el Auditorio Nacional y el Foro Sol o la Plaza de Toros México, donde a los promotores se les obliga a vender sus boletos a través de Ticketmaster si es que quieren organizar algún evento.

CIE, que confirmó a sus inversionistas que se encuentra bajo investigación, no respondió a la solicitud de entrevista para este artículo.