Los biométricos en la banca quieren acabar con el efectivo
El uso de biométricos en la banca abre la posibilidad de reducir las colas en las sucursales y aumentar las transacciones digitales, para con ello lograr que el uso del efectivo sea menor al actual.
“Una vez que mi banco me tenga perfectamente identificado y que pueda hacer transacciones desde el móvil, voy a usar mucho más dinero electrónico, porque va a ser más seguro”, dijo en entrevista telefónica Carlos González, director del área de banca para América en la consultora Everis.
Los bancos tendrán hasta un año y medio para implementar herramientas tecnológicas en sus sucursales, cajeros y puntos de contacto que les permitan recabar datos biométricos, como huellas dactilares, reconocimiento facial o de voz, y verificar la identidad de los usuarios que contraten nuevos financiamientos, de acuerdo con las disposiciones publicadas por La Secretaría de Hacienda, a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en el Diario Oficial de la Federación en agosto.
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El objetivo principal de estas medidas es disminuir el creciente robo de identidad, que tocó los 1.5 millones de reclamos, un aumento de 10% anual, y que les costó tanto a la banca como a los usuarios 3,244 millones de pesos (mdp) de enero a marzo de 2017.
Estas nuevas disposiciones para prevenir este tipo de delito también permite a los bancos ponerse en contacto con sus usuarios a través de medios electrónicos, como una videollamada, para contratar créditos y corroborar la identidad.
“Esta normativa va a ser un acelerador para que la transformación digital sea efectiva. (...) Con esto habrá más confianza en los bancos, más confianza en los canales remotos y va a favorecer un ecosistema que creo que en los próximos cinco años cambiará el uso del dinero en México”, comentó Carlos González, de Everis.
Los grandes bancos, que concentran más de 80% de los activos, como BBVA Bancomer, Citibanamex y Banorte, ya arrancaron pilotos y despliegan la tecnología para implementar herramientas que les permitan recabar datos biométricos de sus clientes.
“Quien adopte la normativa solamente para cumplir se verá rebasado por los bancos que la adopten como herramienta estratégica para liberar servicios, ante la seguridad de la identidad digital que se tendrá de los clientes”, comentó en entrevista Adolfo Loera, fundador de Biometría Aplicada.
Otros países de América Latina, como Brasil y Chile, orientan la reglamentación para buscar eficiencias en la banca. “Cuando tienes cubierta la parte de robo de identidad, el siguiente paso es permitir la omnicanalidad —ofrecer servicios a los usuarios en múltiples canales relacionados entre sí— y aumentar el uso de dinero electrónico”, agregó el directivo de la consultora Everis.
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