Más innovación, mejor ambiente, atracción de talento: ventajas de la diversidad

Nota del editor: Michelle Orozco es líder de Diversidad e Inclusión de PwC México.

Establecer estrategias bien definidas para lograr una cultura de diversidad e inclusión (D&I) en una organización no es tarea fácil. Tampoco es el tema de moda, es admitir la importancia del verdadero compromiso hacia una cultura que permee en toda la compañía, tanto vertical como horizontalmente, llenando espacios de debilidad en la inclusión.

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Primero debe reconocerse la diversidad de colaboradores que conforman el mundo laboral (por género, edad, religión, discapacidad, raza, diferencias culturales, etc.), quienes ofrecen un sinfín de oportunidades para encontrar el talento necesario que potencie a los equipos y dé valor a la compañía.

Las ventajas de adoptar un programa de diversidad e inclusión son innegables: la innovación, el talento, el valor, aumento en las utilidades y una mayor cultura organizacional son solo algunos de los beneficios de una estrategia efectiva. No obstante, el camino es largo.

Diferentes percepciones… una inclusión integral

La percepción en la organización entre líderes y colaboradores, en muchos casos, puede presentar marcadas diferencias; por ejemplo, de acuerdo con el Diversity & Inclusion Benchmarking Survey 2017 de PwC, 87% de los encuestados ve a la D&I como una prioridad dentro de su estrategia, no obstante, sólo 10% de los programas de D&I en las empresas ha alcanzado el más alto nivel de madurez.

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Respetar y valorar las diferencias es un activo para las organizaciones, lo que acrecentará su competitividad, así como la atracción y retención de talento, creando un círculo virtuoso que maximice el valor de la empresa.

La compañía debe identificar sus necesidades, buscar ese talento y después incluirlo dentro de un esquema que permita una conexión mutua en cuanto a visión y metas. Establecer políticas de capacitación, desempeño, crecimiento y flexibilidad bien definidas dará a los nuevos ingresos las vías necesarias para progresar y crear relaciones de valor dentro de la organización.

Medición de funciones de D&I, clave para identificar oportunidades

Establecerlas es el primer paso, pero llevar un registro de su funcionalidad e impacto dará un panorama completo de los resultados positivos o de su falta de efectividad.

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Aunque una organización haya implementado esquemas de D&I, estos deben ser monitoreados y evaluados constantemente a través de herramientas que puedan detectar oportunidades de mejora o retrocesos, mediante una constante comunicación con los empleados.

Consistencia y compromiso

También es imperativo que los programas y actividades de D&I sean visibles y consistentes con la cultura que se pretende crear, manejando el lenguaje adecuado, creando conciencia en toda la compañía y fomentando la responsabilidad y rendición de cuentas.

Adoptar toda una estrategia en D&I no es nada sencillo. Es elemental que el compromiso de los líderes permee en la organización en general, estimulando un cambio de mentalidad, lo que fortalecerá a los equipos de trabajo y a la compañía, priorizando el reconocimiento de las diferencias que, en el futuro cercano, resulte en una conversación continua que rinda frutos.