¿Qué ganan las organizaciones que apuestan por el talento femenino?
Nota del editor: Michelle Orozo es líder de Diversidad e Inclusión de PwC México.
La falta de acceso de las mujeres a diversas actividades económicas de un país es multifactorial. Es un problema que si bien no puede explicarse desde una sola perspectiva, en México obedece, en principio, a un entorno cultural con roles que hombres y mujeres han aceptado por mucho tiempo.
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En lo que confiere al empleo, las barreras de género pueden ser percibidas de varias formas dependiendo de cuán alto una mujer ha ascendido en la compañía. De acuerdo con el reporte Mujeres Ejecutivas: Lo que ellas quieren de las empresas en México , elaborado por Strategy& de PwC, estas pueden ir desde la falta de motivación, menos iniciativas de crecimiento, poca flexibilidad, hasta los prejuicios comunes de hombres y mujeres que pudieran resultar en preferencias de género.
Capacidad y talento, la apuesta
La idea de una compañía competitiva conformada por una fuerza laboral masculina ha quedado atrás, incluso en áreas donde tradicionalmente la presencia femenina no era usual, como ingeniería, sistemas, construcción, etc. Lo cierto es que el talento está en todas partes, y actualmente las organizaciones están más dispuestas a encontrarlo entre quien demuestre las capacidades necesarias para ocupar determinado puesto, más allá del género.
La clave es un cambio de cultura corporativa, de mentalidad, que se realice de manera transversal, con una estrategia que involucre tanto a líderes como a colaboradores. La inclusión de más mujeres directivas o en puestos de mayor decisión podría obedecer a una reacción de las compañías ante las nuevas tendencias de diversidad; no obstante, es posible que esto no concuerde con un cambio de fondo, lo que establece la necesidad de trabajar aún más en los obstáculos sociales y empresariales que las afectan directamente en el ámbito laboral.
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Según el reporte Mujeres Ejecutivas, las barreras están estrechamente relacionadas con las acciones que las mujeres buscan para incrementar su motivación. Entre las principales, destacan la igualdad de salarios con los hombres, la flexibilidad de horario y programas de mentores.
Creando un ambiente propicio para la igualdad de género
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo en el Informe Mundial sobre Salarios 2014-2015, las trabajadoras en México ganan 21.5% menos que sus contrapartes varones, mientras que en puestos directivos este porcentaje aumenta al 40%, lo que podría ser mitigado a través de la transparencia salarial en la organización, monitoreando sueldos para cerrar diferencias en el menor tiempo posible.
Asimismo, la flexibilidad es un estímulo con mucho significado para una estabilidad de vida de la mujer en sus diferentes roles, por lo que estos esquemas deben ser inclusivos y no sólo beneficiar a algunos.
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El impulso de esquemas flexibles de trabajo para hombres y mujeres permite brindar un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional. Existen numerosas tecnologías que impulsan la flexibilidad laboral sin poner en riesgo la seguridad informática de la empresa, como lo son dispositivos móviles precargados con software y plataformas que favorecen la colaboración en línea.
Lo mismo ocurre en temas de capacitación de los colaboradores, donde a través de plataformas de e-learning se promueve la actualización y especialización, sin horarios ni espacios fijos.
La tecnología también ha servido como una herramienta para generar conciencia sobre temas de diversidad e inclusión. Por ejemplo, en conjunto con ONU Mujeres, PwC desarrolló el e-learning Building Gender IQ, como una de las acciones de HeForShe, un movimiento de solidaridad hacia la equidad de género que busca involucrar a hombres y niños como defensores y agentes de cambio en favor de los derechos de las mujeres.
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Por otra parte, el mentoring se ha convertido en una actividad importante para desarrollar el talento femenino, mejorando su desarrollo y satisfacción laborales. También, ocupar el talento de la empresa y generar networking con cámaras y asociaciones ha hecho posible que los colaboradores reconozcan que son los dueños de su crecimiento a nivel laboral.
La inclusión femenina en un entorno de igualdad de género en el trabajo requiere educación, una transformación cultural y una serie de medidas corporativas que generen un ambiente favorable para eliminar las barreras existentes, particularmente en donde las mujeres ejerzan posiciones de toma de decisión y liderazgo, ya que esto implicaría un equilibrio sano en las organizaciones, beneficiándose con mayor creatividad, colaboración y productividad.
