Las medicinas se encarecen mientras su distribución está bajo investigación
Los medicamentos que llegan a las farmacias pequeñas tuvieron dos aumentos de precio en 2017, mientras la distribución mayorista está bajo investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por presuntas prácticas monopólicas.
Sin embargo, algunos representantes de farmacias atribuyen el aumento de precios al mayor costo de la gasolina. "En la distribución no hemos notado ninguna diferencia, pero el incremento en los precios de los medicamentos es una consecuencia del aumento de la gasolina y el diésel. Marzam y Nadro —las dos principales distribuidoras del país— argumentan que ese incremento aumenta sus gastos de distribución, y por esta razón están incrementando el gasto de distribución a los laboratorios”, dijo Oscar Zavala, presidente de la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc).
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Para algunos dueños de pequeñas farmacias, el aumento de medicamentos vino acompañado de desabasto. “Los precios de medicamentos (que me distribuyen) aumentaron dos veces en el último año, cuando normalmente, era solo un aumento al año, y algunos medicamentos ya no me los surten. La diferencia en precio de Daflón, por ejemplo, es de 30 pesos contra la Central de Abastos”, afirma José, dueño de una pequeña farmacia en Santa Fe.
Investigación en proceso
Mientras, la Cofece analiza el mercado de la distribución de medicamentos por una presunta concentración ilícita.
El organismo antimonopolios no señaló el nombre de las empresas bajo investigación, pero Nadro y Marzam han sido acusadas, según análisis que surgieron de la filtración de los Papeles de Panamá, de supuesta concentración ilícita.
En 2015, Genomma Lab anunció la venta de la distribuidora Marzam al fondo de inversión Moench Coöperatief , una firma holandesa sobre la que no hay mucha información (ni siquiera tiene página web propia). Sin embargo, según los 'Panama Papers', detrás de ese fondo podría estar Marina Matarazzo, esposa de Pablo Escandón, dueño de Nadro, por lo que en realidad sería esta empresa quien habría comprado Nadro, adquiriendo un gran poder de mercado que desencadenó la investigación de la Cofece.
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Expansión buscó a Nadro y Marzam y al fondo de inversión, pero no recibió respuesta. La Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica y laboratorios como Pfizer y GSK prefirieron no opinar.
Según José, la distribución no siempre funciona bien en México. “A veces a mi mayorista se le acaba el stock o por precio prefiero conseguirlos por fuera. En la Central de Abastos casi todos los sueros me salen más baratos”, asegura el propietario.
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“En el mercado nacional existen distribuidores regionales que no se habla de ellos, pero son de suma importancia porque tienen 4.6% del mercado, por eso no nos preocupamos mucho por el tema de prácticas monopólicas que se podrían estar dando con los grandes distribuidores”, agregó el representante de la Unifacc.
Entre la labores de la Unifacc está que los laboratorios se apoyen de los distribuidores locales y regionales para reducir los costos logísticos. “Tenemos que reconocer que, entre más robusta sea la capacidad de distribución de un mayorista, más caro es para ellos entregar los medicamentos. Si lográramos hacer un convenio para que los laboratorios vendan de manera equitativa a todas las distribuidoras regionales y locales, eso permitiría mejorar la accesibilidad de los medicamentos y mejorar los precios de distribución”, añadió Zavala.