La cementera Cruz Azul recibió una multa de 4.3 millones de pesos por incumplimiento en sus obligaciones ambientales en la planta de Tula, la cual se encuentra clausurada parcialmente desde el 13 de febrero, informó este miércoles la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La sanción es resultado de una revisión efectuada el 23 de enero en la que se detectó la ausencia de una autorización expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de acuerdo con un comunicado de Profepa.
Según el documento de la dependencia, la empresa aceptó por escrito el incumplimiento en materia de impacto ambiental, por lo que la clausura se mantendrá “hasta que la empresa cuente con la autorización de Impacto Ambiental de la Unidad referida”.
“El 2 de febrero de 2018 se impuso, como medida de seguridad, la clausura parcial temporal de la Unidad de Molienda de Crudo No. 6 (en la planta de Tula) (...) Continúa (la clausura) hasta que la empresa cuente con la autorización de Impacto Ambiental”, detalló Profepa.
Tras la sanción, la dependencia dio un plazo de cinco días hábiles
.Expansión intentó contactar al departamento de comunicación de Cruz Azul para conocer su postura, pero no fue posible.
Tras dar a conocer la clausura parcial de la planta cementera en Hidalgo, Profepa anunció
y por no evaluar las emisiones de partículas generadas en cuatro trituradoras y un calentador de aceite térmico.Hasta ahora se desconoce si habrá otra sanción contra la cementera por la clausura en la planta de Lagunas, Oaxaca.