Él es el arma secreta de Spotify

Después de que una serie de ejecutivos de Spotify realizaran presentaciones durante casi dos horas en un evento de inversionistas el mes pasado, la compañía cerró con un contraste: Barry McCarthy.

McCarthy, el CFO de Spotify, era un marcado contraste con su jefe. A los 64 años, vestía un blazer, camisa de vestir y cabello gris. Daniel Ek, CEO y cofundador de Spotify de 35 años, se presentó con una camiseta blanca y tenis deportivos.

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Sin embargo, lo que sobresalió más que el atuendo y la diferencia de edad, fue el currículum de McCarthy. Anteriormente se desempeñó como CFO de Netflix, ayudando a hacer pública la empresa. Ahora estaba presentando otro servicio de entretenimiento a Wall Street, una coincidencia que él y Spotify se aseguraron de que no pasara desapercibida.

"Desde mi retiro de Netflix [en 2010], el precio de sus acciones ha aumentado unas diez veces", dijo McCarthy a los inversores, analistas y medios de comunicación que observaban la presentación. "Así que tienes que preguntarte: ¿debería comprar las acciones ahora o debería esperar hasta que este tipo se jubile? Espero responder esa pregunta hoy".

Mencionó Netflix tres veces en los primeros tres minutos de su presentación, y luego volvió a mencionarlo en una sesión de preguntas y respuestas, dando a entender cada vez que había una oportunidad de inversión significativa.

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Este martes, Spotify se hizo una empresa pública en un debut muy inusual que lo hará abandonar la habitual recaudación de fondos y la fanfarria. Pero la compañía busca atraer a los inversionistas, en parte, al compararse con una compañía con la que Wall Street está familiarizado.

En una carta abierta publicada antes de su poco ortodoxa salida a bolsa en Nueva York, el presidente ejecutivo, Daniel Ek, advirtió a empleados y aficionados: "A veces tenemos éxito, a veces tropezamos (...) No tengo duda de que habrá altibajos", informó la AFP.

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"La comparación es buena. Muestra que incluso Netflix fue subestimado y luego se convirtieron en este gigante", dice Santosh Rao, quien monitorea a Spotify como jefe de investigación en Manhattan Venture Partners. "Muestra que hay poder en los números".

McCarthy es visto como el presentador ideal.

"Es la persona adecuada para vender ese mensaje", dice Michael Pachter, analista de Wedbush. "Barry tiene credibilidad callejera, por lo que ayuda inmensamente".

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McCarthy se unió a Netflix en 1999, poco después de su fundación, y ayudó a volver pública a la compañía en 2002 en un momento en que aún perdía dinero, al igual que Spotify en la actualidad. Quince años después, las acciones de Netflix habían subido un 14,000%.

"Barry fue un socio brillante a través de nuestra OPI y durante sus años como nuestro CFO", dijo Reed Hastings, CEO y cofundador de Netflix, en un comunicado a CNN. "Spotify tiene la suerte de tener acceso a su enfoque sensato y profundo conocimiento de los mercados y los inversores".

Si bien Netflix y Spotify son negocios de transmisión, existen diferencias significativas. La clave del éxito de Netflix en los últimos años ha sido gastar mucho en contenido original para atraer a los espectadores. Spotify se centra menos en las exclusivas que en desarrollar algoritmos para personalizar mejor la experiencia musical.

Spotify también enfrenta pérdidas más abruptas y una competencia más dura que Netflix cuando se hizo pública, con Apple, Google y Amazon como rivales que ofrecen servicios de música. Y Spotify está optando por renunciar a las garantías habituales para los inversores al cotizar sus acciones directamente en la Bolsa de Valores de Nueva York sin depender de los suscriptores para ayudar a evaluar la demanda y establecer un precio.

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McCarthy tendrá que navegar esos desafíos.

Spotify no quiso hacer ningún comentario sobre esta historia. Woody Marshall, miembro de la junta de Spotify y socio de Technology Crossover Ventures, calificó a McCarthy como "una gran persona y un ejecutivo con experiencia".

El único infortunio en el currículum de McCarthy proviene de un rol que tuvo entre Netflix y Spotify. Brevemente se desempeñó como COO de Clinkle, una startup de pagos muy publicitada que casi colapsó en medio de preocupaciones sobre el liderazgo de su joven CEO.

Cuando McCarthy dejó Clinkle en 2014, le dijo a una publicación que la startup no estaba "tan cerca de escalar el negocio como yo pensaba cuando llegué a la puerta. Y eso es lo que hago ".

El año siguiente, McCarthy se unió a Spotify. Clinkle ahora apenas se registra como una nota al pie. Lo único que les importaba a los que miraban la presentación del día del inversionista de McCarthy era Spotify, y Netflix.