La austeridad del futuro gobierno pone nervioso al sector automotriz
Para la industria automotriz, la llegada de una nueva administración suele implicar una renovación de las flotillas vehiculares del sector público. Sin embargo, la promesa de austeridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador causa nerviosismo entre los empresarios del sector, dijo Guillermo Prieto, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
“La incertidumbre está en si el gobierno va a comprar autos y flotillas para el siguiente año. Hay elementos que pueden ser especulativos o difíciles de anticipar. (…) Podemos esperar que el gobierno no vaya a comprar autos, y que si necesita renovar su parque vehicular podría comprar seminuevos”, dijo, luego de su participación en el 10º Foro Automotor AMDA 2018.
Según Prieto, las ventas al gobierno llegan representar en un año de 15% a 20% del total de la industria, dependiendo de si hay una renovación completa o de a qué nivel gubernamental se realizan las adquisiciones (federal, estatal o municipal).
Armando Soto, presidente de la consultora Kaso & Asociados, destacó que en los últimos 48 años, desde la administración de Luis Echeverría, el cambio de gobierno siempre ha conllevado una momentánea desaceleración económica, que también tiene impacto en la industria automotriz.
No obstante, en esta transición hay factores muy particulares que inciden en el ánimo del consumidor, particularmente los costos de uso y de pertenencia de mantener un vehículo, como las gasolinas y los impuestos.
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“Los segmentos que más disminuciones han tenido son el de vehículos compactos y subcompactos, de ingresos medios hacia abajo, aun cuando ha habido promociones y planes de financiamiento hasta de 70 meses”, agregó Prieto. Por eso, de no disiparse los factores de incertidumbre, “es predecible que el comportamiento del mercado sea más plano”.
Condiciones adecuadas
Para mantener un buen clima de negocios, el presidente de la AMDA consideró que la nueva administración debe mantener la estabilidad macroeconómica, fomentando el crecimiento económico y estableciendo un Estado de Derecho que proporcione certidumbre a las inversiones. También pidió dar acceso a créditos en buenas condiciones. “Estos incentivos estarían alineados al crecimiento de este mercado”
Por el contrario, cometer “locuras” como cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), no elaborar una clara política pública en el sector manufacturero o poner impuestos fuera de lugar son acciones que asustarían a las inversiones, dijo.
