BBVA estima que la cancelación del NAIM costará 20,000 MDD
El costo de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se construye en Texcoco puede representar hasta 400,000 millones de pesos (alrededor de 20,000 millones de dólares), por los gastos en la obra y otros proyectos alrededor de ella que también dejarán de ejecutarse, estimó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.
“La obra del aeropuerto iba a tener un valor de construcción de alrededor de 13,000 millones de dólares, más las obras accesorias, como vías de transporte, hoteles que estaban planeados alrededor y obras de infraestructura”, comentó Serrano durante la presentación del estudio 'Situación Inmobiliaria'.
La afectación para el sector de la construcción será “bastante importante”, y en particular en el segmento de obra civil, que desde 2016 registra una caída constante, de acuerdo con datos del Inegi.
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Pero el impacto no será inmediato, explicó Serrano. “Si bien va a haber, según se ha anunciado, obras de adaptación al Aeropuerto de la Ciudad de México y la expansión de Santa Lucía, no conocemos los proyectos y no podemos evaluarlo, y es difícil que se lleguen a realizar el año que viene, porque se tienen que hacer proyectos ejecutivos”.
Otro efecto de la cancelación, recordó el especialista, será un alza en las tasas de interés, que encarecerá el costo del financiamiento para la infraestructura. Pero también hay consecuencias más difíciles de medir, y que, según Serrano, serán las más graves.
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“Quizá el efecto potencial más alto e imposible de cuantificar es el de la pérdida de confianza. Si la señal que se mandó es que se pueden violentar contratos, que es difícil tener proyectos que duren más de seis años, va a ser muy difícil crear confianza para que haya niveles de inversión”, comentó el economista de BBVA Bancomer.
Para recuperar la confianza, la primera prueba será el presupuesto para 2019, que tendrá que buscar el superávit primario y con supuestos creíbles. Otra acción sería volver a agendar las licitaciones energéticas, para mandar una señal de apertura en el sector.
Poco margen para subir inversión física
Por otra parte, el economista en jefe de BBVA Bancomer calificó como positiva la propuesta de la administración entrante de incrementar el gasto de inversión, aunque el margen fiscal para hacerlo es acotado.
“Hay que recordar que la administración (entrante) ha dicho que no habrá nuevos impuestos, no podemos esperar mucha más recaudación a la que vemos hoy, e incluso me parece que puede haber menos recaudación si se toma la medida de disminuir el IVA y el Impuesto Sobre la Renta en la frontera”, explicó.
Por ello, la institución financiera estima que la recaudación fiscal del gobierno de Andrés Manuel López Obrador puede caer en alrededor del 0.6% del PIB.
De igual modo, habrá presiones fiscales por otros temas, como el incremento en el gasto de pensiones y el mayor costo del servicio de la deuda, que también va al alza tras el aumento del endeudamiento en los primeros años del gobierno que termina.
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Con este escenario por delante, Serrano agregó que será indispensable que se creen mecanismos para que el sector privado pueda participar de forma más activa en el sector de infraestructura, pero también que la banca de desarrollo no compita con la banca comercial, sino que comience a tomar un nuevo rol, como el de garantizar proyectos, por ejemplo. “Nos parece ahora que sería más deseable que pueda proveer garantías para que el sector privado entre a temas de infraestructura, sobre todo frente a un riesgo político”, explicó.