A los accionistas de Coca-Cola les urge algo refrescante
Paul R. La Monica
NUEVA YORK - Los inversores de Coca-Cola probablemente necesitan algo refrescante. La acción de la compañía es una de las que registran el peor desempeño en el Dow en lo que va de año, y también es una de las mayores perdedoras en el S&P 500.
La acción de Coca-Cola ha caído 4% en 2019, casi lo mismo que los componentes del Dow UnitedHealth y Walgreens.
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Ese no es un gran descenso. Pero se produce en un momento en que el Dow y el S&P 500 suben cada uno casi 12%. Y el principal rival de Coca, Pepsi, ha subido 6%.
La compañía está tratando de ganar más clientes con nuevos productos, incluida la recién lanzada Orange Vanilla Coke. También lanzó varios sabores nuevos de Diet Coke el año pasado, y cambió la marca de la Coke Zero a Coca-Cola Zero Sugar.
Coca-Cola también está empezando a vender muchas otras bebidas. La compañía finalizó recientemente una adquisición por 5,000 millones de dólares de la cadena británica Costa Coffee, que compite con Starbucks.
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En los últimos años, la compañía se ha expandido de otras maneras. Adquirió a los fabricantes de Glaceau Smartwater y Honest Tea. Coca-Cola también logró un acuerdo de distribución con el propietario de la marca de leche Fairlife, y tomó una participación de casi 20% en la compañía de bebidas energéticas Monster Beverage.
Pero Coca-Cola, a pesar de sus intentos de diversificación, sigue siendo una compañía de crecimiento lento. La empresa emitió un pronóstico débil para 2019. Los analistas esperan que las ganancias por acción de Coca-Cola aumenten solo 5% anual, en promedio, durante los próximos años.
Las adquisiciones de Coca-Cola también podrían afectar los márgenes de ganancias este año y añadir más “complejidad” al negocio, de acuerdo con la analista de Macquarie Research Caroline Levy.
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Se espera que el dólar fuerte también afecte a Coca-Cola este año, señaló el analista de CFRA Research Garrett Nelson en un informe reciente.
Las compañías multinacionales como Coca-Cola suelen ser afectadas por la fortaleza del dólar debido a que reduce el valor de los ingresos internacionales. Los productos estadounidenses también son menos competitivos en el extranjero cuando el dólar es más fuerte.
Aunque Coca-Cola ha realizado importantes esfuerzos para diversificarse más allá de los refrescos azucarados, la compañía todavía depende de las bebidas.
Pepsi, por otro lado, ha encontrado el éxito con los bocadillos. Su negocio Frito-Lay, que posee Doritos, Cheetos y Sun Chips, típicamente ha registrado un crecimiento más fuerte en ventas y ganancias operativas que la unidad de bebidas en los últimos años.
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Sin embargo, Coca-Cola no parece tener mucho interés en la comida. El presidente ejecutivo, James Quincey, se ha referido continuamente a la firma como una “compañía de bebidas total”.
La analista de Cowen, Vivien Azer, dijo en un informe reciente que el cambio desde los refrescos hacia el té, el agua, el café y el jugo tiene sentido.
Pero también admitió que la desaceleración de la economía global perjudicará a Coca-Cola, y agregó que fue una sorpresa ver que el volumen de bebidas carbonatadas en el mercado de América del Norte cayó en el cuarto trimestre. Eso podría ser una señal de que los consumidores se resisten a los recientes aumentos de precios.
Sin embargo, es posible que Coca-Cola deba trabajar aun más en sus bebidas para entusiasmar a consumidores e inversionistas.
Eso eventualmente podría significar más alcohol. Coca-Cola comenzó a vender Lemon-Do, una bebida gaseosa con bajo contenido de alcohol, en Japón el año pasado. No hay planes para llevar ese producto Estados Unidos en este momento.
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Coca-Cola también ha descartado lanzar cualquier bebida a base de CBD por el momento. El CDB, el componente no psicoactivo del cannabis, ha comenzado a aparecer como un ingrediente en algunos productos en Estados Unidos tras la aprobación de la ley agrícola.
La propietaria de Corona, Constellation Brands incluso ha invertido en la compañía canadiense de cannabis Canopy Growth. Canopy espera vender productos con CBD y cáñamo en Estados Unidos e incluso instalará una planta de procesamiento de cáñamo en el estado de Nueva York.
