Saudi Aramco y Pemex, las dos caras de una petrolera estatal
La petrolera estatal Saudi Aramco, la joya de la corona de Arabia Saudí, demostró a todo el mundo la máquina de hacer dinero que se ‘esconde’ detrás de sus actividades en las prolíficas cuencas de hidrocarburos del Medio Oriente.
Su estreno en el mercado de la deuda bursátil ha permitido que las calificadoras Fitch y Moody’s muestren una pequeña ventana a las cuentas que han colocado a la compañía como la más rentable del mundo en 2018.
¿Qué pueden compartir esta petrolera saudí con Pemex? Los datos muestran que, fuera de que ambas son pilares de los gobiernos que las controlan, tienen muy poco en común. La estatal mexicana obtuvo por parte de las calificadoras el ominoso reconocimiento de ser la petrolera más endeudada del mundo, mientras que Aramco se prepara para vender 5% de sus acciones y convertirse, casi con toda seguridad, en la mayor salida a Bolsa de la historia.
Aramco inundó con ganancias netas sus arcas el año pasado, en tanto Pemex tuvo una nueva pérdida al final del curso. Las agencias Fitch y Moody’s ven en todo esto una mucha mejor perspectiva para la petrolera saudí que en la mexicana. Pero en el caso particular de Fitch, su nota muestra que la relación que tiene Aramco con su gobierno la expone a un poco más de riesgos; mientras que en el caso de Pemex, sin el apoyo de su Estado, estaría indefensa.
Las siguientes cifras muestran una comparativa de ambas petroleras en indicadores como sus ingresos anuales, flujo de efectivo (EBITDA por sus siglas en inglés), las ganancias (o pérdidas en el caso de Pemex) que generan, además de la producción de barriles de petróleo crudo equivalente (mbpce) diarios, y las reservas probadas de cada compañía.