Shell se defiende tras ‘ventaneada’ del Gobierno
La transnacional anglo-holandesa Shell defiende que el alza de los precios del petróleo a nivel internacional y la diferencia de costos que existe en cada región del país definen el precio que ofrecen al público en las estaciones que operan en México.
El Gobierno señaló a esta marca como la más cara entre las que operan en el mercado mexicano, como parte de una estrategia donde esperan que este tipo de señalamientos haga que los precios de la gasolina bajen. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha acusado que las estaciones de servicio han incrementado sus márgenes de utilidad en las últimas semanas, porque en lugar de trasladar los descuentos que hacen al cobro del IEPS, las compañías lo guardan para sí.
“Si bien ha habido una reducción en el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), el incremento en el precio del crudo ha erosionado el impacto del IEPS en el precio final de los combustibles”, dijo Shell México, en un comunicado de prensa.
Los precios de la mezcla mexicana de petróleo han incrementado de 43.65 dólares a 63.59 dólares por barril en lo que va del año; lo que impacta de manera directa y fuerte al precio de las gasolinas , dice la transnacional.
“En los estados en los que operamos, y donde ocupamos sitios óptimos para atender a nuestros clientes, mantenemos una posición competitiva que se evidencia al analizar las diferencias en el precio de venta al público, las cuales son muy reducidas”, dice Shell México.
Las estaciones de servicio de la compañía no representan ni el 1% de las más de 12,000 que existen en el país, por lo que sus precios no pueden influir en las decisiones de los demás competidores, añade la empresa.
“Los consumidores mexicanos saben escoger y escogen bien. Por ello, buscamos ofrecer un precio competitivo basado en productos y servicios diferenciados y que brindan un mejor rendimiento de los motores, así como una mejor experiencia de conducción”, dice la firma.
La administración actual espera que sus “llamados” a presentar menores precios bajen los costos al público, y ha abierto la puerta a que, de no suceder, puedan crear estaciones propias para ofrecer “precios justos”.