En un resumen del informe hecho público, la evaluación general de impacto ambiental de Pemex fue positiva. La firma determinó que la refinería afectaría moderadamente el medio ambiente, pero enfatizó que esos impactos “serán controlados, mitigados o compensados”.
Pero el documento con omisiones señala que el impacto será severo en la calidad del aire una vez que entre en funcionamiento la refinería, la cual procesaría hasta 340,000 barriles de crudo pesado por día.
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A pesar de las advertencias, el documento también dice que las emisiones estimadas de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y dióxido de azufre “no exceden los límites” establecidos por la ley mexicana. Las emisiones totales durante toda la vida del proyecto promediarían 4,505.1 kilogramos por hora (kg/h) de óxidos de nitrógeno, 10,770.8 kg/h de monóxido de carbono y 62,670.5 kg/h de dióxido de azufre, según el estudio.
Daniel Basurto, director de la Academia Mexicana de Impacto Ambiental, describió las emisiones estimadas con altos niveles de contaminantes del aire. El especialista señaló que la evaluación de emisiones se basa en gran medida en los datos de la refinería de Tula, de Pemex, que presenta condiciones atmosféricas muy diferentes a las del sitio costero de Dos Bocas, lo que significa que las emisiones esperadas podrían ser muy diferentes.
En un comunicado público, la ASEA dijo que podría obligar a Pemex a hacer pública más información de la evaluación a fin de promover la máxima transparencia.
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