El sueño de Pemex
La petrolera nacional lleva más de una década tratando de mezclar sus gasolinas con etanol, pero las fallas en las licitaciones, los cambios en las normas, las suspensiones judiciales y las restricciones presupuestales, han tirado sus planes.
En 2008, Pemex realizó estudios con la finalidad de sustituir el uso del MTBE por el etanol para realizar la oxigenación de sus gasolinas, para lo que lanzó licitaciones en 2009, 2012 y 2014 para adquirir este aditivo con el fin de generar una mezcla del 5.8%.
Las primeras dos licitaciones se declararon desiertas, y la tercera sí llegó a adjudicarse. La compañía había presupuestado entre 12,369 millones y 17,671 millones de pesos (mdp) para adquirir el etanol en esta prueba piloto para las terminales en San Luis Potosí, Ciudad Mante, Ciudad Valles, Ciudad Madero, Veracruz, Xalapa, Pajaritos y Perote.
Sin embargo, en 2017 Pemex enfrentó dos factores que terminaron por frenar el proyecto. Por un lado, un recorte a su presupuesto; y por otro, la suspensión de una Norma Oficial Mexicana (NOM), que elevó de 5.8% a 10% el tope de contenido de etanol en las gasolinas que se consumen en el país.
La norma pretendía aumentar el contenido de etanol en la mezcla de gasolinas, pero fue suspendida en los juzgados a iniciativa de una serie de activistas que consideran que el uso de etanol es perjudicial para medio ambiente.