Para quienes tienen una relación codependiente con su celular o los primeros síntomas del Síndrome FOMO (que se produce por miedo a perderse algo o quedarse fuera del avance tecnológico) tomar un vuelo puede ser difícil por una cuestión particular: tener que apagar el smartphone o ponerlo en modo avión. Pero quizá cambies de opinión al saber que puede ser una cuestión de vida o muerte.
La indicación de apagar los celulares o ponerlos en modo vuelo no es un mero capricho de las aerolíneas. En 1963, la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense determinó que los dispositivos electrónicos portátiles tenían el potencial de causar interferencias con sistemas de radios aéreos y otros sistemas eléctricos y electrónicos, por lo que debían permanecer apagados para evitar que las aeronaves recibieran señales erróneas. Y el celular no es la excepción.