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¿Por qué no puedes subir botellas de más de 100 mililitros al avión?

En el equipaje de mano no puedes llevar botellas de más de 100 ml, pero sí varias de menos de esta cantidad, con el fin de disminuir riesgos de incendio o actos malintencionados.
mar 30 julio 2019 05:00 AM
Avión
En el equipaje de mano solo se permite llevar productos que no sobrepasen los 100 ml dentro de una bolsa de no más de un litro de capacidad.

Sales de viaje. Una noche antes preparas el equipaje, va ser un viaje corto por lo que decides no documentar maleta y llevar solo una de mano arriba del avión. El despertador no suena, abres los ojos por mera casualidad y con terror te das cuenta que es muy tarde. El tráfico fluye rumbo al aeropuerto y, como no vas a documentar, es muy posible que la libres.

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Sin problema pasas por el primer punto, donde te revisan los documentos. Viene el segundo punto, pan comido, el chequeo de la maleta. Los oficiales de seguridad demoran revisando tu maleta más de lo normal. Esperas viendo el reloj cada 30 segundos, por fin pasa, pero uno de los oficiales se acerca y te pide abrir la maleta, tus esperanzas de llegar a tiempo al abordaje se van.

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Con guantes, el oficial revisa el equipaje. Un minuto después, por fin aparece el culpable: la botella de crema de 120 mililitros (ml).

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La escena de los oficiales extrayendo diversas botellas es, de seguro, una de las más comunes en el aeropuerto. Las normas de seguridad indican que en el equipaje de mano (aquel que subes contigo al avión) no pueden ir botellas con líquidos, geles, cremas o aerosoles de más de 100 mililitros, pero sí puedes llevar hasta 10 frascos que, en suma, es un litro.

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Parece una medida absurda, pero detrás de las cosas siempre hay un porqué, en este caso es la seguridad. Esta medida nació en 2006, luego de que en Europa varios terroristas intentaron hacer explotar algunos aviones con las llamadas bombas líquidas.

Esta regla se aplica a nivel internacional y “es un asunto de seguridad aérea en contra de interferencia ilícita”, dice Mauricio Rodríguez, secretario de Prensa de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA). Es decir, se aplica para evitar que alguna persona comprometa la seguridad de las personas o de materiales abordo del avión. Con esta medida se evita que en el equipaje ingresen grandes cantidades de productos inflamables.

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“Para un intento de atentado o un mal propósito de alguien usar esas cantidades sí es riesgoso, y aunque una botellita también puede causar algún daño, no es de manera considerable”, comenta Fernando Gómez, analista del sector aeroportuario. Así, es más fácil controlar si se inflama una botella pequeña a si lo hace una grande. Y, como tampoco es posible ingresar un bote mayor a 100 mililitros, aunque esté vacío, no se puede verter los líquidos en un solo recipiente.

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Hay algunas salvedades, si es algo que se compra en el Duty Free -las tiendas dentro del área de abordaje del aeropuerto-, como perfumes o botellas de alcohol, sí se puede subir al avión.

Con esto se evita que detrás de un empaque que simule un perfume o licor, se ingrese alguna sustancia peligrosa inflamable o ácidos, indica Gómez.

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