El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles tiene un atraso en 16 de sus 25 obras principales. La infraestructura –contemplada para inaugurarse en la base aérea militar de Santa Lucía el 21 de marzo de 2022– tenía previsto el arranque de sus primeras obras durante el inicio del segundo trimestre del año, pero la emisión de 147 juicios de amparo retrasó la obra hasta hace unos días, cuando se anuló el último de los recursos que habían resultado a favor del colectivo #NoMásDerroches.
Santa Lucía va tarde para la construcción de 16 obras… y podrían ser más
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio el jueves el banderazo de salida para la construcción del proyecto, pero el cronograma planteado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la manifestación de impacto ambiental –presentada en abril de este año– se antoja difícil de cumplir en algunos casos. Como en el del edificio terminal, cuyo tiempo de construcción se estimó inicialmente en 33 meses, que tendrán que reducirse a 30 para tener la obra lista en la fecha señalada por el presidente.
En el supuesto de que los tiempos de la Sedena no cambien, otras obras tendrán tiempos de construcción muy ajustados, como el caso de las redes eléctricas, que con un retraso de cinco meses, tendría que acabarse un mes antes de lo previsto, suponiendo que la instalación comience este mes. Sin embargo, el triunfo de la Sedena contra algunos recursos interpuestos por #NoMásDerroches no significa que la batalla esté totalmente ganada.
Gerardo Carrasco, director de litigio estratégico de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), explica que lo anulado por jueces en días anteriores han revocado las suspensiones previamente concedidas a la organización, pero no se ha obtenido ningún amparo contra los 147 juicios de amparo interpuestos inicialmente.
“Son más de 100 juicios los que se encuentran actualmente vigentes (…) fueron tantos para que hubiera jueces valientes que otorgaran suspensiones, pero un juicio basta. Estamos precisamente redefiniendo la estrategia porque todos los juicios continúan, y todavía no se ha dictado una sola sentencia”, agrega.
Dicho de otra manera: si alguno de los más de 100 juicios deriva en una nueva suspensión a favor del colectivo, la obra en Santa Lucía se detendría nuevamente.
A la par, la falta de otros elementos podría retrasar aún más la obra. Juan Carlos Machorro, socio del sector aeronáutico de Santamarina + Steta, explica que la revocación de la última suspensión se traduce en que, en términos legales, el proyecto actualmente es viable y se puede empezar a construir, pero aún faltan resolver rubros como el uso de suelo, la conclusión del plan maestro y la aprobación de autoridades globales en materia aeronáutica.
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“Habrá que ver si organismos internacionales certifican desde el punto de vista técnico la operación con el AICM; podemos tener la certificación por parte de la autoridad mexicana en la parte ambiental y social, incluso tener todas los juicios de amparo revocados por el Poder Judicial, pero no habrá línea aérea que opere en Santa Lucía sin condiciones de operaciones seguras”, señala.
Y es en estos rubros donde #NoMásDerroches estaría poniendo la mira para un segundo round por Santa Lucía. “Si ahorita inicia la construcción, formalmente están violando la ley (…) No se puede iniciar legalmente la construcción de este aeropuerto porque aún no se cumple uno sólo de requisitos: la Sedena no puede construir un aeropuerto con operaciones civiles, está muy claro en la Ley de Aeropuertos. Sedena no es una sociedad mercantil y no tiene un título de concesión”, asevera Carrasco.