Para Juan Carlos Zuazua, director general de la aerolínea, la estrategia es clara: con la estructura de costos adecuada, la compañía puede tener tarifas bajas –de 568 pesos en promedio, sin impuestos y para viajes sencillos– lo cual estimula la demanda de usuarios. Sin embargo, para continuar creciendo en este rubro, la aerolínea tendrá que continuar bajando sus precios en un entorno incierto de dinamismo económico. Pero ante ello hay optimismo.
“Confiamos en que seremos capaces de bajar aun más nuestro costo unitario. Al momento en que nosotros seamos mas competitivos en lo que nos cueste producir cada asiento, podemos ser mas competitivos en el precio que podemos ofrecer en dado caso que sea necesario”, indica en entrevista.
Pero bajar costos no es sencillo. Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, considera difícil que una aerolínea mantenga una estrategia de tarifas bajas más allá de un año. “En ocasiones financia una ruta con otra, es cosa de administración propia. Ya les toca a ellos decidir si quieren ganar menos en un destino”.
Para crecer de forma rentable, la aerolínea bajo el mando de Zuazua tiene una estrategia enfocada en sumar nuevos destinos, así como frecuencias en rutas ya existentes, agregando más aviones a su flota como parte de un pedido de 80 aviones realizado a Airbus, de los cuales 43 son del modelo A321neo, que al ser más grande que el A320 que operan actualmente, brinda un mayor margen de maniobra a la aerolínea. “Con un avión más grande, los gastos totales se dividen entre más asientos”, explica Zuazua.