Aunque la región cuenta con fortalezas como grandes mercados domésticos y una movilidad que favorece a la industria aérea, al haber pocas alternativas en viajes de largas distancias, también existía un entorno económico debilitado antes del coronavirus, lo que se suma a que las compañías aéreas no han tenido apoyos gubernamentales, y que varias tienen estados financieros débiles.
El estudio segmenta en tres fases la recuperación de la industria. La primera fase, de cuarentena, podría durar hasta tres meses con sólo operaciones esenciales, como de cargo y repatriación, mientras que una fase de pre-recuperación, que tomará de seis a 18 meses, tendrá medidas de distanciamiento social y un amplio temor de las personas por viajar.
La tercera fase, de recuperación, tomará varios años y dependerá de dos factores: la profundidad de la recesión económica, así como la salud de las aerolíneas que sobrevivan a la crisis, dos rubros en donde América Latina y México son vulnerables.
“En México, tienes a dos aerolíneas, Aeroméxico e Interjet, que están catalogadas como empresas con la más alta probabilidad de irse a la quiebra, debido al alto perfil de riesgo financiero y la falta de apoyo de gobierno. Si sobreviven a la crisis, y esto depende de factores como la duración de las cuarentenas, el apoyo del gobierno y de los acreedores, saldrán reducidas respecto a lo que eran antes del COVID-19”, explica Carlos Ozores, consultor de aviación de ICF.