El regreso a las actividades, una vez que se vayan relajando las medidas de confinamiento a causa de la epidemia de la COVID-19, requiere de medidas tanto sanitarias dentro de las empresas, como de un impulso a la inversión pública y privada. Y deben reforzarse con la certidumbre jurídica para las empresas, coinciden representantes empresariales, en un panel virtual organizado por Expansión.
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El gobierno debe actuar pronto porque la falta de acción de su parte, hasta el momento, ha complicado la vida del sector privado durante la emergencia sanitaria, dijeron los participantes.
Los panelistas sostienen que la reactivación económica debe pasar por cinco elementos como la certidumbre jurídica, el diferimiento del pago de ciertos impuestos, asegurar la salud de los empleados, reactivar el gasto del gobierno y abrir el dialogo entre proveedores y grandes empresas.
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Pero los empresarios califican de insuficientes las medidas tomadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador hasta el momento. El gobierno ha pasado de largo algunas peticiones directas, como las realizadas por el sector turístico, uno de los más afectados desde antes del inicio de las medidas de aislamiento social y confinamiento de marzo.
Las empresas del sector pidieron aplazar el pago de algunas contribuciones, algo que no se tomó en cuenta, como varias otras propuestas que enviaron al gobierno desde el inicio de la crisis.
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“Mandamos un documento el 17 de marzo al gobierno donde teníamos 14 medidas para privilegiar el flujo (de efectivo) y sobrevivir a la crisis (…) Entendemos las obligaciones, y no queríamos evadirlas, pero queríamos prorrogarlas y tener más aire”, dijo Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
Este sector turístico pasará de aportar el 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB) a solo 4.9% para este año, derivado del golpe de la pandemia a este sector, según un análisis hecho por el CNET, además de anticipar una pérdida de entre 1 y 1.2 millones de empleos.
“El tiempo va corriendo y el deterioro de las empresas es mayor”, dijo Arsuaga.
Las medidas adoptadas desde el gobierno han sido, en opinión de los representantes empresariales, insuficientes para afrontar la epidemia del coronavirus en el país, porque el sector público no puede ser la única fuente generadora de inversiones y empleos tras la reanudación de las actividades, afirmó Claudia Jañez, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG).
“Los programas impuestos por el gobierno federal me parecen insuficientes y creo que es momento de que los empresarios seamos más creativos y resilientes en la manera en que hacemos negocios”, dijo la también presidenta de Dupont México y América Latina.
México debe aprovechar el vuelco que habrá en las inversiones globales, en un entorno en el que varias empresas querrán destinar menos recursos hacia China, para posicionar al país como receptor de este gasto; un fenómeno que se daba incluso antes del estallido de esta crisis sanitaria, y como respuesta a la guerra comercial entre Estados Unidos y el gigante asiático, dijo Jañez.
Las empresas también deberán realizar inversiones para asegurar la salud de sus trabajadores, algo que puede resultar costoso, pero que será fundamental para asegurar la continuidad de las actividades en el corto plazo, dijo la representante de CEEG.
El gobierno, por su parte, debe aprovechar esta crisis para pensar en reducir los trámites y así agilizar la ejecución de las inversiones, un factor importante para el sector energético, afirmó Alberto de la Fuente, director general de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXI).
“Es el momento para hacerlo todo más sencillo, para ser todos más eficientes y realizar nuestras inversiones a tiempo”, opinó de la Fuente.
Las grandes empresas y proveedores deben aliarse para salir adelante en medio de esta crisis, con apoyos no sólo en materia de mejores prácticas para cuidar la salud de sus empleados.
“Los empresarios de todo tipo tenemos que regresarle un poco a la sociedad, ayudar a las empresas pequeñas y medianas porque al final más del 70% de la economía dependen de estas pymes y minipymes”, dice Jañez.
El sector turístico cuenta con 450,000 empresas con menos de 10 personas, por lo que las peticiones deben verse como una ayuda también para este tipo de firmas, y no solo para las grandes empresas, apuntó Arsuaga.
“Es importante comentar que el turismo lo hacen empresas muy chicas y que aportan a esa cadena muchos millones de dólares”, sostuvo el representante del gremio turístico.
Las grandes empresas además deben pensar en ver cómo ayudar a sus proveedores a conseguir más crédito para seguir con sus operaciones, afirmó de la Fuente.
El gobierno, afrontar la reactivar a la economía con un plan agresivo de infraestructura pero que debe sustentarse tanto en el gasto público como en el privado, porque será imposible cargarlo del primero ante las restricciones presupuestarias de la administración, señaló José Luis de la Calle, director de De la Calle, Madrazo, Mancera.
“Es imposible pensar que podemos seguir con la economía cerrada. La economía confinada ya no conduce a la salud”, dijo el especialista.
Las compañías medianas y pequeñas también van a requerir de un plan de diferimiento para el cumplimiento de algunas obligaciones tributarias para cuidar la liquidez de caja en sus empresas; mientras que los grandes clientes de estas firmas deben apoyarlas para que sobrevivan a esta crisis, coincidieron los panelistas.