“Los cambios de los consumidores se dan a diario, esto nos ha obligado a trabajar muy de cerca con nuestros proveedores. Todos los días hay que tratar de entenderlos para asegurarnos que los productos que necesitan estén en la tienda”, mencionó Guilherme Loureiro, presidente y CEO de Walmart México.
Durante su intervención en la mesa de debate organizada por Expansión ‘Las nuevas reglas del consumo’, dentro de la series Expansion Live, el directivo explicó que, por ejemplo, después de las compras de pánico que se dieron al inicio de la contingencia, los productos como champú y desodorantes se fueron al piso.
Posteriormente creció la demanda de pintura para el hogar y la gente empezó a adquirir herramientas para arreglar objetos de la casa. Después aumentaron las ventas de productos para cocinar y, en este regreso a la ‘nueva normalidad’, los clientes empezaron a comprar baterías de autos.
Esta situación ha obligado a las compañías a moverse rápidamente. En Bimbo, por ejemplo, la empresa tuo que modificar su modelo de distribución para abastecer la demanda, pero también porque 7,000 de sus colaboradores fueron enviados a casa al ser considerados población de riesgo.
“Era imposible contratar y entrenar a personal nuevo de un día para otro, por eso tuvimos que hacer una mezcla de trabajos en los diferentes niveles de distribución para completar la fuerza de ventas”, detalló Javier González Franco, director general adjunto de Grupo Bimbo.
El directivo agregó que la demanda de pan de molde incrementó hasta tres veces durante las primeras semanas de la contingencia, lo que también hizo que la producción aumentara. “Al ser pan fresco, la vida de los productos es corta, nosotros tenemos que fabricarlo diario, así que también en eso tuvimos que cambiar nuestra estrategia”.