Fernando Bustamante, director general de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), afirma que esto llevará a una caída de 8.6% en el número de contenedores transportados, que pasaría de 7.1 millones de TEUs a 6.5 millones, su primera caída desde la crisis financiera de 2009.
Por tipo de carga, la industria automotriz tendrá la mayor caída en la mercancía transportada vía portuaria, con un flujo de 500,000 vehículos menos, una contracción de 23.3% respecto a las unidades transportadas en 2019. De manera similar, se espera que el movimiento de productos del sector petrolero y derivados disminuya en 13.8%, mientras que los productos del sector agrícola mantendrían un alza, de 8.8%, la más alta desde 2016.
“En productos a granel agrícola se mantiene el crecimiento porque son los alimentos, eso no deja de demandarse, pero la carga mineral y de petróleo baja por la caída de los precios del combustible, y sobre todo de la demanda. Tenemos muchos buques fondeados fuera de puerto esperando entregarle a Pemex y a los importadores de combustible sus cargas por la falta de capacidad de almacenamiento en tierra”, explica en entrevista.
“Las caídas que se han tenido no sólo han sido producto de la pandemia, sino de la crisis económica global”, agrega Pedro Canabal, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana y socio de la firma internacional Baker Tilly, quien hace énfasis en que debido a la importancia del transporte portuario en los flujos comerciales, las empresas han tenido que adaptarse rápidamente.
“El 80% del comercio mundial se mueve a través del mar, es un problema global (…) Las cadenas de suministro se tuvieron que reinventar, lo que empujó a que los puertos, las aduanas y las administraciones portuarias tuvieran una necesidad repentina de transitar hacia medios remotos y electrónicos. Este tipo de crisis siempre empuja a un crecimiento tecnológico acelerado”, agrega.