General Motors, que ocupa la sexta posición en la categoría de empresas con más de 500 empleados en el ranking de Súper Espacios de Trabajo, ha tenido que redefinir las características de una oficina confortable. En medio de la pandemia de coronavirus la definición pasó de ser aquella con espacios de bienestar, zonas creativas y estaciones de snacks a aquella que se monta en casa.
Mónica Hernández, directora de recursos humanos y de administración de personal de General Motors México, recuerda el día en que todos se fueron a casa. “Fue el 13 de marzo. En ese momento se percibió como una medida anticipada por el bajo número de casos de coronavirus reportados entonces. Sin embargo creímos que más valía prevenir y el tiempo nos dio la razón”.
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Entonces, la compañía tenía “la gran ventaja” de contar con la tecnología y los sistemas de comunicación que les permitió a los empleados seguir con el trabajo de forma remota. Desde hacía un par de años, se habían sustituido las líneas de telefonía fija por otras móviles y se habían desarrollado herramientas que permitían conectar a hasta 200 personas de forma simultánea. Los empleados pudieron tomar sus monitores y todos se fueron a trabajar a sus casas con la idea de que sería una situación pasajera, de unas cuantas semanas.
“Aterrizamos como pudimos en nuestras casas. Te ponías en el comedor o en la barra de la cocina a trabajar. Hubo quien, quizá, ya tenía un área más o menos bien montada para trabajar, como un despacho o un estudio, pero la mayoría de nosotros aterrizamos donde la conexión de internet estaba cerca”, cuenta Hernández.
Pero conforme las semanas se convirtieron en meses y el llamado semáforo epidemiológico se ha estacionado en el color naranja, la junta directiva de la compañía se ha convencido que más valía empezar a hacer todos los ajustes necesarios para poder operar bajo un esquema mixto. “Hemos ido trabajando con nuestros empleados para que empiecen a adecuar un espacio dentro de sus casas para trabajar, con buena iluminación, o una silla adecuada y buena conexión de internet”.
La compañía ha negociado un convenio para que los empleados puedan comprar muebles de oficina a precios más accesibles y también ha dado apoyos para que quienes lo requieran puedan incrementar el ancho de banda en sus casas. La lógica de la empresa es: si estando en la oficina yo te lo daba, pues por qué no te lo voy a dar ahora que estás en casa.