Hace un mes el equipo directivo de Yalochat le informó a sus colaboradores que luego de medio año de trabajo en casa por la contingencia del COVID-19 el home office se volverá permanente para todos. Por lo menos el 80% de ellos se sintió cómodo con la decisión tomada por la startup e incluso algunos optaron por mudarse de ciudad, a fin de tener una mejor calidad de vida y estar cerca de sus familiares.
¿Qué hacer cuando tus colaboradores no se acostumbran al home office?
El acompañamiento que ofrece la firma a sus colaboradores para que se sientan cómodos con su entorno incluye, además de las herramientas básicas de trabajo, bonos de auxilio para pago de internet, equipamiento de inmobiliario acorde con las necesidades de cada persona, un reglamento claro de trabajo a distancia, sesiones de coaching diario con los líderes, una plataforma de cuidado de la salud mental.
Para tomar la decisión de no regresar a las oficinas y mantener el home office, la compañía hizo encuestas quincenales a sus empleados con el propósito de medir la satisfacción de los colaboradores con dicho esquema, pero todavía quedaba una minoría que aseguraba no sentirse del todo cómoda con este esquema. Raquel Castañeda, líder de Gente y Cultura en Yalochat, asegura que el plan es ofrecerles un lugar alterno donde puedan hacer sus actividades fuera de casa.
"Vamos a buscar espacios donde estas personas puedan reunirse, quizá no tenemos una oficina, pero sí un coworking para que puedan ir cuando quieran, a reunirse con parte de su equipo o tomar talleres. Estamos al tanto de sus necesidades para entender de dónde viene su preocupación o el miedo y atender las necesidades de cada equipo", comenta.
La falta de un lugar apto para trabajar, la borrosa división entre el tiempo familiar con el profesional, la falta de actividad social y la nula organización sobre actividades profesionales suelen ser las principales problemáticas por las que algunas personas se sienten incómodas con el home office, dice Adriana Castro, fundadora de la firma de asesoría Call to Action: Empresas Felices.
"Hay que desmitificar el home office como una maravilla porque este año hay un sentimiento de gusto porque parece que todos están tan contentos trabajando así. Hay personas a las que les funcionó bien y a otras les va fatal porque sus casas o sus espacios de trabajo no estaban listos apara hacerlo de forma tan abrupta", dice.
La tarea de los líderes entonces es encaminar a los equipos de trabajo para que hagan del home office parte de su estilo de vida, no solo acostumbrarlos, considera Gerardo Arturo Galvan Rubio, profesor de Negocios en la UVM Mexicali.
"Hay que encaminar a los colaboradores en el cumplimiento de objetivos, más que buscar mantenerlos ocupados las ocho horas de la jornada, tal y como lo venía haciendo antes en una oficina", considera.
Los especialistas recomiendan algunas acciones que tanto empresas como líderes deben poner en práctica si sus colaboradores no se sienten a gusto con dicho esquema.
1. Analizar: Hacer un diagnóstico en los equipos para entender si hay un común denominador que influya en la incomodidad sobre el home office o si solo hay casos particulares. Esto con el fin de no dar por sentadas sus necesidades e invertir en programas que no darán solución al problema
2. Buscar esquemas de horario: Enfocarse en cumplir resultados y no un esquema de horarios. Por ejemplo, si por comodidad un trabajador se siente más funcional entregando su trabajo por la tarde o en la noche, hay que llegar a un acuerdo de entrega, esto tomando en cuenta que muchos trabajan con familia en casa.
3. Capacitación: No solo para utilizar herramientas de comunicación o para entregar resultados. Si una empresa no ha optado por ofrecer cursos con técnicas para balancear la vida personal con la profesional, de autorregulación u organización, este es el momento adecuado.
4. Felicitar: Los líderes pueden llevar a cabo dinámicas donde los colaboradores les compartan fotografías o anécdotas de cómo aprovechan su tiempo libre y compartirlas con el resto de la organización. Aquí entra la premisa de crear una cultura donde la empresa se siente gustosa de saber que los trabajadores utilizan el tiempo que antes invertían en traslado para salir a caminar con el perro, por ejemplo.