Las petroleras estadounidenses Devon Energy y WPX Energy han acordado una fusión de iguales en la que esperan crear “un productor no convencional líder en Estados Unidos” valorado en unos 12,000 millones de dólares, según anunciaron ambas firmas en un comunicado.
Estados Unidos tiene a un nuevo gigante petrolero con la fusión de Devon y WPX
La firma resultante, que llevará el nombre de Devon Energy, contará con una superficie de 400,000 hectáreas netas en la Cuenca de Delaware, un área geográfica que abarca zonas del suroeste de Nuevo México y el oeste de Texas, y que forma parte de la Cuenca Pérmica, una enorme cuenca sedimentaria al sur de Estados Unidos.
La transacción “crea uno de los mayores productores no convencionales de petróleo en Estados Unidos con una producción de 277,000 barriles diarios”, de la cual cerca del 60% provendrá de la Cuenca de Delaware, donde tendrá 17 plataformas de extracción y un “inventario de oportunidades de alto rendimiento” que puede durar años.
“Esta fusión es un acontecimiento transformador para Devon y WPX porque unimos nuestros activos complementarios, capacidades de operación y equipos de gestión para maximizar nuestro negocio en el entorno actual”, expresó el presidente y CEO de Devon, Dave Hager, que será el máximo ejecutivo de la nueva entidad.
De acuerdo a los términos del acuerdo, los accionistas de Devon serán propietarios del 57% de la nueva empresa y los de WPX del resto cuando se cierre la fusión, previsiblemente en el primer trimestre de 2021.
Las petroleras esperan ahorrar unos 575 millones de dólares hasta finales de ese año debido a las sinergias y mejorar su liquidez, que planean destinar a pagar mayores dividendos, reducir la deuda y puntualmente recomprar acciones.
La fusión “incrementará inmediatamente” las ganancias, el flujo de caja, el valor neto de los activos y el capital invertido de la entidad combinada durante su primer año de operaciones, mientras que potenciará el "perfil de crédito y reducirá el coste total del capital", indicaron las firmas.
Las empresas energéticas, que han contribuido a hacer de Estados Unidos el mayor productor de petróleo del mundo, han resultado perjudicadas por el impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la demanda y para algunas no es rentable producir a los precios actuales, en torno a 40 dólares, lo que ha obligado a reducir presupuestos y, en algunos casos, provocado bancarrotas.
Tras conocerse esta operación las acciones de Devon Energy subían un 11.20% cerca de la media sesión en Wall Street, mientras que las de WPX se disparaban un 14.19%.