Las pérdidas integrales en 2019 de la CFE, recoge la auditoría, fueron de 40,382 millones de pesos.
"Cabe señalar que, aun cuando la CFE presentó algunos indicadores por encima del promedio de sus pares de mercado (como el de liquidez), la rentabilidad y la eficiencia de sus activos no son los óptimos cuando se comparan con el mercado, como resultado de las ineficiencias", reflejó el documento.
Pese a su buen nivel de liquidez, la empresa estatal aumentó su endeudamiento y disminuyó su rentabilidad, a la vez que mostró un mal comportamiento en los tests para conocer sus posibilidades de quiebra, debido a que sus "resultados financieros no son los óptimos para considerarse una empresa con solidez financiera".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha repetido insistentemente desde el principio de su administración que los actores privados en el sector de la energía firmaron contratos "leoninos" con el gobierno para perjudicar a la CFE.
La Auditoría Superior de la Federación, que es un órgano técnico especializado de la Cámara de Diputados dotado de autonomía técnica y de gestión, lo desmintió al afirmar que los "contratos legados tienen como finalidad minimizar los costos de suministro básico".