Con estos cambios y al dar de alta nuevas centrales legadas, la compañía eléctrica nacional no deberá de cumplir la obligación de convocar a nuevas subastas de energía para garantizar su suministro futuro, tal y como se establece en la Ley de la Industria Eléctrica (LIE).
El gobierno federal tiene como uno de sus principales planes devolver su protagonismo a la CFE y que ésta recupere participación en el mercado de generación eléctrica. Como parte de esto, busca que la compañía estatal construya nuevas centrales de generación eléctrica, pero esta meta era imposible bajo el marco legal actual.
La razón: para que la compañía estatal adquiriera nuevos contratos de cobertura eléctrica –necesarios para la construcción de nuevas plantas– debía recurrir exclusivamente a las subastas de energía eléctrica. Un mecanismo mediante el cual empresas privadas y la CFE –que es considerada un participante más en el mercado de generación– competían bajo criterios mayoritariamente económicos para ofrecer nueva capacidad de generación y que fue cancelado en 2018 por la administración del presidente López Obrador.
Como excepción, la CFE en su papel de suministrador también podía celebrar estos contratos de cobertura de manera exclusiva con las centrales legadas, a las cuales se les dio dicho status antes de la emisión de la LIE.
Las subastas tenían como finalidad incentivar la construcción de nueva infraestructura de generación principalmente vía métodos renovables, para así sacar paulatinamente del mercado a aquellas que funcionan con combustibles fósiles o cuya fecha de salida de operación ya estaba próxima.
Pero ahora, con las nuevas modificaciones del órgano regulador, la CFE podrá nombrar como legadas a cualquiera de sus plantas e incluso a aquellas cuyos planes no han sido materializados, y así celebrar nuevos contratos para nuevas coberturas.
También podrá extender los contratos de las centrales que estaban próximas a salir de operación y que debían ser reemplazadas por nueva infraestructura resultante de las subastas eléctricas. Las centrales saldrían de despacho debido a su tiempo de operación o al método que utilizan, principalmente combustibles fósiles.
Con estas modificaciones, dicen fuentes consultadas, el mercado de generación se cerraría de nuevo a favor de la CFE, al no permitir nuevas centrales de la iniciativa privada.
“No solo contratas tu energía, sino que te cubres por las necesidades que vas a tener por los próximos 15 años. Por eso las subastas eran tan grandes en escalas, eran las necesidades completas que veía CFE (…). El hecho de agarrar y 'crear' plantas legadas de la nada va en contra de la ley en cuanto que violan lo que la LIE define como planta legada”, dice una fuente que pide no ser citada.
Especialistas del sector coinciden en que esta medida no tiene ningún sustento económico, pues las plantas propiedad de la CFE tienen costos de generación más altos que los generadores privados, además de que las primeras funcionan en su mayoría con combustibles fósiles.
En su última entrega, la Secretaría de la Función Pública reveló que las centrales de la CFE tienen un costo de generación hasta 60% mayor que las plantas privadas.