Beatriz Garric, jefe del proyecto de marca de Pegeot Landtrek, explicó que el desarrollo de la pickup tomó alrededor de cuatro años. "Se hizo a partir de estudios de mercado que buscaban las razones por las que los consumidores latinoamericanos compraban una pickup, y también a partir de un análisis hecho a pickups de marcas competidoras que permitieron encontrar fortalezas y áreas de oportunidad en cada uno de los mercados".
Para abrirse paso entre sus competidores, la marca apostará por un motor turbo 2.4 litros a gasolina, de 210 caballos, transmisiones manual y automática de seis velocidades, una pantalla de 10 pulgadas y acabados similares a los presentados en los últimos lanzamientos de la marca. La versión tope de gama viene equipada con tracción 4x4, faros LED y un sistema de cámaras 360 con sistema de visión 3D, con lo que Peugeot busca atraer a un cliente off road.
El lanzamiento de Landtrek en Latinoamérica requirió más de dos millones de kilómetros de pruebas en Argentina, Brasil y México, en todo tipo de terrenos y climas.
Para el mercado mexicano habrá tres configuraciones: una de entrada con transmisión manual en 504,900 pesos; otra intermedia con transmisión automática en 534,900 pesos –que según directivos de la marca es la más competitiva en precio dentro del segmento, en tanto que no hay opciones automáticas por menos de 600,000 pesos–, y una versión tope de gama, de 634,900 con capacidades off road.
Landtrek se fabrica en China, en una planta en Wuhan, propiedad de Changan Motors, con quien Peugeot tiene una alianza para producir vehículos comerciales en ese país. Entre los proveedores que participaron en el proyecto de Landtrek están Bosch, Delphi, Eaton, Mando, BorgWarner, Fev y Goodyear. Mitsubishi es el proveedor del motor y Getrag de la transmisión.
Changan Motors comercializa su propia versión de esta pickup en China bajo el nombre de Kaicene F70, mientras que en otros mercados de Latinoamérica, como Chile, ya se vende como Changan Hunter. Una pequeña producción de esta pickup se realiza en una planta de Changan en Uruguay para algunos mercados de Sudamericana y los directivos de Peugeot analizan producir el modelo en esa planta para abastecer a la región o en Brasil o Argentina para abastecer a estos dos últimos mercados, además Colombia.
"Hicimos un análisis de costos y de capacidad disponible y detectamos una oportunidad de traer este producto desde China", dice Igor Dumas, presidente de Peugeot en México y vicepresidente de Operaciones de la Zona Panamericana para PSA. "El costo logístico era incluso menor de lo que hubiera sido traerlo desde Sudamérica", añade.
La posibilidad de una Landtrek de manufactura mexicana, en una planta de FCA, es muy poco probable en el corto plazo, en tanto que, aunque la alianza entre ambas marcas arrancará en el primer trimestre de 2021, no hay un volumen suficiente que justifique una inversión adicional para producir la pickup de Peugeot en alguno de los dos complejos que FCA opera en México.
La llegada de Landtrek a Latinoamérica se ha dividido en dos fases. La primera arranca este año, con su lanzamiento en México. En la lista siguen otros mercados como Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay, República Dominicana, Panamá, Guatemala, Costa Rica, Bolivia y Haití. En la segunda fase, que arrancará en 2022, están contemplados los mercados de Brasil, Argentina y Colombia.
En México, el mercado de pickups asciende a unas 100,000 unidades al año.
"Es un gran reto entrar a un segmento tan competido como el de las pickups. Si bien vamos con humildad, tenemos ambición y confianza de poder alcanzar una participación de mercado equivalente al 1% del segmento [unas 1,000 unidades] en el primer año", dice Dumas.
El directivo prevé que la llegada de Landtrek, sumada a la de otros modelos claves para la marca, como el SUV compacto 2008, le permitirán a Peugeot conseguir su meta de 1% de participación en el mercado mexicano antes de lo previsto. "En 2016, nos propusimos duplicar nuestra participación de 0.5% a 1%, hacia finales 2021 y estamos a punto de lograrlo", dijo.
