Algunas marcas, incluso, han sacado a este tipo de vehículos de sus pisos de venta. Modelos icónicos como el Volkswagen Passat, el Chevrolet Malibu o el Ford Fusion ya han quedado atrás para dar espacio a nuevos SUV.
“Cuando lanzamos la marca en 2017 yo dije: los SUV son el futuro y hacia allá va todo. Entonces todos creíamos que los sedanes iban a decrecer de manera radical debido a que quienes antes se compraban un sedán caro empezaron a preferir los SUV compactos”, cuenta en entrevista Isidoro Massri, director de la marca Jac en México.
Pero en medio de esta reducción generalizada en la oferta de sedanes medianos, ahora JAC está trayendo al mercado mexicano a un nuevo oponente. “Esta pandemia nos hizo replantearnos muchas cosas y una de ellas fue nuestra movilidad. Hemos visto que aquellas personas que usaban aplicaciones de transporte decidieron comprar un auto para evitar el transporte público”, añadió.
Con la llegada del sedán mediano J7, que luce una etiqueta con un precio notablemente inferior a la de sedanes más pequeños, Jac busca abrirse hueco en el segmento de los sedanes compactos. Las tres versiones que la marca ofrece a partir del 1 diciembre van de los 339,000 a los 409,000 pesos. “Aunque J7 es un sedán cuyas dimensiones son semejantes a las de un Passat, por ejemplo, los precios son similares a los de un Jetta”, dice Massri.
La marca busca abrirse espacio en el segmento de los sedanes compactos con una estrategia que se centra en brindar mayor espacio interior, capacidad de carga y equipamiento adicionales por el mismo precio que el cliente pagaría por un sedán compacto.
J7 se une a la lista de modelos recientemente lanzados por Jac en el mercado mexicano que han contribuido a elevar en 15% el ticket promedio de la marca durante este año. “Los modelos que hemos lanzado, como la línea de eléctricos, una nueva pickup y la SEI 7 tienen un mayor precio, que va de los 350,000 a los 500,000 pesos, que los tres modelos con los que arrancamos la marca en 2017, que no superaban los 300,000 pesos”, dice Massri.
El sedán J7 será ensamblado en la planta de Ciudad Sahagún, Hidalgo, propiedad de Giant Motors Latinoamérica, y la marca tiene la expectativa de colocar 1,000 unidades durante el primer año, equivalente a una quinta parte de las ventas totales de la marca en el país.