“Lo que la gente busca es una menor exposición en los aviones y evitan rutas largas. Hacia México, en el caso más lejano, los vuelos son hasta de cinco horas. Entonces, comparado con otros destinos con trayectos de 12 o más horas, México es atractivo”, refiere.
Entre los mercados aéreos que conectan con México, el estadounidense es el que mayor recuperación ha tenido. Según los últimos datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), durante noviembre las rutas entre ambos países habían recuperado 60% de los pasajeros atendidos en el mismo periodo de 2020, con factores de ocupación por arriba del 60%.
Gran parte de los viajeros proviene de ciudades como Dallas, Los Angeles y Chicago, en un mercado todavía dominado por American Airlines, United Airlines y Volaris.
Esto dista significativamente del segundo mayor emisor de turistas, Canadá, que registró una caída en los flujos de pasajeros de 94% durante noviembre. En el mejor de los casos, la oferta de asientos con este país asciende a apenas 34.1% hacia la Ciudad de México, y en los destinos de playa apenas se registran índices de entre 12% y 14%, según el análisis del Cicotur.
Para este año, las previsiones apuntan a que, incluso en el escenario más adverso, los flujos de turistas estadounidenses se mantendrán. De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Turismo (Sectur) con base en la pandemia de COVID-19, en el escenario más optimista se espera un incremento de 65.4% de turistas respecto a 2020, alcanzando los 8.5 millones de viajeros.
Sin embargo, en el escenario más pesimista, se esperan 5.2 millones de turistas estadounidenses, que representarían un alza de 1% respecto al año pasado.