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Las refinerías de Estados Unidos salvan las ventas de combustóleo mexicano

El producto caracterizado por su alto nivel contaminante ha funcionado como un bálsamo para las refinerías estadounidenses, que han visto poca disponibilidad para adquirir crudo pesado.
vie 22 enero 2021 05:00 AM
Cadereyta
Los pronósticos indicaban que bajarían las exportaciones, pero Pemex incrementó sus ventas de combustóleo al exterior.

Las refinerías de Estados Unidos aumentaron su demanda de combustóleo mexicano, un subproducto del proceso de refinación caracterizado por su alto valor contaminante y que es altamente producido por la estatal Pemex.

Los pronósticos indicaban que las ventas se desplomarían después de que en enero del año pasado entró en vigor una nueva regla de la Organización Marítima Internacional que prohíbe a las embarcaciones –los mayores consumidores– utilizar combustóleos con alto contenido en azufre, como el que se produce en México.

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Pero pese a las previsiones de analistas del sector, datos de la Secretaría de Energía (Sener) muestran que en los primeros 11 meses del año pasado los envíos de combustóleo al extranjero aumentaron 57%, al exportarse 109,000 barriles al día.

El aumento en las exportaciones fue impulsado por el incremento en la demanda en las refinerías estadounidenses, diseñadas para procesar crudo pesado y que también pueden funcionar a base de combustóleo.

La regla para las embarcaciones marítimas, que forman parte de las medidas a nivel mundial para bajar los niveles de contaminación, ha generado un excedente en la oferta mundial de combustóleo que ha derivado en una caída natural en su precio.

Así, el subproducto de la refinación se ha convertido en un bálsamo para las refinerías estadounidenses que han visto una falta de crudo pesado.

“Las refinerías complejas (como las estadounidenses), con coquizadoras, pueden tener la flexibilidad de procesar combustóleo. Y a un precio razonable, el producto se movió”, dice Lenny Rodríguez, analista en jefe de S&P Global Platts Analytics.

Los complejos de refinación de Estados Unidos fueron diseñados para funcionar con crudo pesado, en un principio proveniente de Venezuela y en los últimos años de otros países de América del Norte.

Pero Canadá ha decidido bajar su capacidad de producción ante la falta de infraestructura para exportar y los bajos precios a nivel mundial, y México también ha optado por reducir sus exportaciones para cumplir con la política energética que busca aumentar el uso de las refinerías nacionales para lograr la autosuficiencia en combustibles.

“Como México está tratando de procesar su propio crudo, el crudo pesado no está saliendo tanto al mercado. Naturalmente, ellos (las refinerías de Estados Unidos) preferirían utilizar petróleo, pero como no hay tanto, están produciendo crudo ligero y sumando combustóleo”, explica Adrián Calcaneo, de IHS Markit.

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Así y ante un precio más asequible del combustóleo, durante los primeros meses del año pasado los envíos del producto mexicano a Estados Unidos aumentaron en 79%, hasta sumar 63,000 barriles de combustóleo producido por la estatal Pemex, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.

Pero pese al crecimiento en las ventas de Pemex, México no es el principal abastecedor de Estados Unidos. Rusia también ha aumentado los envíos hacia el país ahora dirigido por el demócrata Joe Biden, de acuerdo con datos recolectados por la consultora IHS Markit.

El combustóleo es utilizado por las refinerías de Estados Unidos para generar productos de un mayor valor, como diésel o asfalto.

Históricamente la estatal Pemex ha arrastrado problemas con la producción de combustóleo, a pesar de que en los últimos años ha iniciado un proceso de modernización en sus refinerías.

En los primeros 11 meses del año pasado, la elaboración de combustóleo aumentó en 15%, señalan datos de la compañía, hasta llegar a 172,000 barriles al día. E, incluso durante algunos meses, las seis refinerías propiedad de la estatal produjeron más combustóleo que gasolinas.

Los analistas del sector han apuntado que la apuesta del gobierno federal por aumentar la producción de combustibles podría provocar que la petrolera aumente también la elaboración del subproducto contaminante, que históricamente ha generado cuantiosas pérdidas financieras a la compañía y que podría perder mercado en los próximos años, como parte de la transición mundial hacia energías más limpias.

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