Por una parte, el directivo afirma que México y el Caribe son dos productos complementarios de sol y playa, por lo que una expansión vendría a aumentar las opciones para una demanda que ya se ve desde sus aliados comerciales.
“Muchos de los clientes que hoy tenemos, con alianzas estratégicas y a través del posicionamiento de nuestras marcas en Norteamérica, Sudamérica y alianzas en el mercado europeo, todos ellos tienen a sus productos tanto en México como el Caribe. Era un brinco fácil extender sí, el posicionamiento de la marca, y poder movernos al Caribe”, indica.
A ello se suma una tendencia prometedora de demanda en mercados como República Dominicana, donde las tasas de crecimiento del sector hotelero se mantenían a dos dígitos antes de la pandemia, siendo el destino del Caribe con el mejor desempeño.
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En México, la apuesta por el Caribe continúa con más aperturas en destinos como Tulum, Riviera Maya y Playa Mujeres, que forman parte de las 33 aperturas que la compañía tiene pendientes para sumar 210 complejos en total.
A corto plazo, Grupo Posadas –como la mayoría de los hoteles en playas mexicanas– se encuentra lidiando con las restricciones del mercado estadounidense y la cancelación de vuelos de Canadá. Aunque las próximas semanas se ven desafiantes, la cadena hotelera confía en que la vacunación será el antídoto que reanimará la demanda para el resto del año.
“Febrero quedó afectado, pero marzo ya se ve bien. Si podemos llegar a los meses de abril a mayo –que es cuando (los estadounidenses) ya van a tener una inmunidad relativa–, tomando en cuenta que 30 millones de americanos son los que viajan a México, creo que el mercado americano es la apuesta fuerte para el resto de este año”, concluye Calderón.