La empresa de vivienda tuvo un 2020 negativo, ya que la pandemia golpeó los mercados en los que se comercializan los inmuebles. La venta descendió debido a la incertidumbre económica que afectó a los compradores. Además, la caída del turismo golpeó a ciudades como Cancún, Playa del Carmen y Acapulco, en donde se originaron 22% de los ingresos de la compañía en 2019.
Otro de los problemas a los que se enfrentó la viviendera, indica Germán Ahumada Russek, director general, fue que en estados en donde mantienen operaciones, los procesos de tramitología y construcción se retrasaron por las medidas de restricción implementadas para enfrentar la pandemia; “de hecho, ante el incremento de contagios y muertes por COVID-19 observado en la primera mitad de diciembre, se restablecieron medidas estrictas en ciertos municipios, como el confinamiento y la disminución de trabajadores en las obras”, agregó.