La baja demanda de vuelos de pasajeros y la paulatina recuperación de los sectores económicos incidirán en que 2021 sea un año con bajas capacidades para el transporte de carga aérea, que, al no poderse adaptar a la demanda, derivará en altas tarifas, considera Frank Nozinsky, director para México de Lufthansa Cargo.
A nivel mundial, el reto de la carga aérea es atender el 30% de la capacidad que se perdió con la crisis que afecta a las aerolíneas comerciales. Antes de la pandemia el 60% de la carga aérea se transportaba en el interior de los vuelos de pasajeros –en las llamadas ‘panzas’ o bellyholds de los aviones–, pero, a falta de aviones, actualmente sólo un tercio de la carga es transportada en estos vuelos, de acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés).
La demanda de servicios de carga aérea es tal, que incluso ha sustentado algunos vuelos de Lufthansa en México. Antes de la pandemia, la división de carga aérea de la aerolínea alemana tenía 12 vuelos comerciales hacia el país, mientras que ahora tiene cuatro –uno sustentado por la carga aérea–, y uno más en un avión de pasajeros adaptado para transportar carga que ha sido bautizado como preighter, un juego de palabras entre passenger (pasajeros) y freighter (carga).