El turismo en México tiene en la pandemia su peor pesadilla, pero algunos nichos han encontrado espacios para crecer. Es el caso del segmento de lujo en Los Cabos, donde el número de turistas aún permanece muy por debajo de los niveles previos al COVID-19, pero se ve compensado porque los viajeros que recibe cada vez se quedan más tiempo y gastan más.
Este impulso parte de la implementación de una reapertura en fases bajo un modelo público-privado, cuenta Rodrigo Esponda, director general del Fideicomiso de Turismo de Los Cabos (FITURCA), uno de los pocos esquemas de promoción turística privada que se ha mantenido tras la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México.
“Se pudo tener una recuperación mas rápida sin descontar la tarifa promedio, que tiene un beneficio directo hacia la comunidad, porque si tú reduces el fee de los viajeros que vienen, obviamente se refleja en la comunidad, en lo que puede percibir en servicios, propinas y otros gastos”, explica.