“Las vacunas pueden funcionar a la par de los pases de viaje digitales, como CommonPass, AOK Pass y el IATA Travel Pass, para asegurar la certificación común de los resultados de las pruebas para reactivar los viajes, sin la necesidad de barreras de viaje restrictivas e innecesarias y cuarentenas contraproducentes”, dijeron en un comunicado conjunto el Foro Económico Mundial, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el Consejo Internacional de Aeropuertos y la Cámara Internacional de Comercio.
Un asunto de seguridad y ética
Aunque los beneficios son atractivos, el costo de estos documentos puede ser muy alto si no se toman las precauciones necesarias.
La Organización Mundial de Turismo, a través del Comité Mundial de Ética del Turismo, señala que “si bien estas medidas pueden estar guiadas por un asunto de salud pública”, deberían atenerse a “principios éticos”, buscando evitar la discriminación, asegurando la equidad y accesibilidad de viajes y movimiento, y proteger la privacidad de los datos de turistas y consumidores.
La seguridad en este rubro se puede distinguir en dos sentidos: la certeza de que los datos contenidos en el pasaporte de salud son confiables, y de que esta información no caerá en manos de otras personas ajenas a las autoridades.
En el primer rubro, compañías tecnológicas como IBM han puesto el ojo para crear soluciones seguras e inalterables, para lo cual han echado mano de tecnologías como blockchain (o cadena de bloques), un protocolo basado en la descentralización de información que da soporte a activos virtuales, como el bitcoin.
La manera en que funcionan estas soluciones es a través de la generación de un código QR, asociado a una firma criptográfica que, a su vez, está vinculada a un sello digital, por lo que es difícilmente alterable –al menos sin que las autoridades se den cuenta–, al tiempo que la información es difícilmente extraíble, explica Cédric Pruche, director de Desarrollo de Negocios en SICPA en México, una firma tecnológica que también ha incursionado en esta solución.