En línea con el acuerdo climático global de París de 2015, que busca limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, Volvo se comprometió a ser una empresa de carbón neutro para en 2040. Uno de los pilares para cumplir con el ambicioso objetivo es que los modelos con baterías representen la mitad de sus ventas en 2025 y el 100% a partir de 2030.
“En Latinoamérica no podría ser diferente”, dijo en videoconferencia Luis Rezende, responsable de Volvo en Latinoamérica y CEO la filial brasileña de la marca. Desde marzo de este año, Brasil ya solo comercializa modelos con batería, ya sea híbridos enchufables o completamente eléctricos. Uruguay seguirá el mismo camino a partir del tercer trimestre de este año.
En México, los modelos híbridos enchufables ya representan una quinta parte de las ventas de la marca.
“Sabemos que una de las limitantes para vender más vehículos eléctricos en Latinoamérica es ampliar la infraestructura de los puntos de recarga”, dijo Rezende. “Vivimos en países en donde sabemos que la prioridad de los gobiernos es invertir en aspectos básicos como salud o educación…. Entonces, si los fabricantes queremos vender coches eléctricos, necesitamos invertir en la infraestructura”, dijo Rezende.
Volvo y el proveedor de infraestructura de movilidad eléctrica y soluciones de red, Enel X, han desplegado una red de cargadores en Brasil, Uruguay, Argentina, Perú, Colombia, Puerto Rico, Chile. Este año México se sumará a la lista. “Hacemos esto para que el cliente se sienta seguro de que no se va a quedar parado en la calle”, dijo Rezende.
Volvo vendió 2,486 vehículos en el país el año pasado, 4% más que en 2019.