China controla más de la mitad del suministro mundial de litio, a pesar de no tener casi ningún recurso interno. El país asiático está construyendo más de 100 nuevas plantas de baterías para autos, mientras que solo nueve están previstas para el mercado estadounidense. La mayoría de los cátodos y celdas de batería que se utilizan en los vehículos eléctricos se producen en Asia.
En contraste, Estados Unidos tiene poca producción de estos minerales críticos. Los proveedores estadounidenses de litio, Albemarle y Livent, extraen la materia prima de minas en América del Sur y Australia.
La batería de litio es uno de los siete componentes esenciales, o core parts, que según el nuevo T-MEC deben acreditar un 75% de contenido regional, a fin de que los vehículos eléctricos ensamblados en Estados Unidos, México o Canadá puedan comercializarse entre los tres países libres de aranceles. Y México puede jugar un papel importante en el fortalecimiento de esta cadena regional.
En Sonora está el que ha sido denominado “el yacimiento de litio en desarrollo más grande del mundo”. La firma británica Bacanora Lithium alista el arranque de la mina en dos etapas, la primera comenzará este año con una inversión de 450 millones de dólares, y la segunda, que se prevé arranque en 2023, con un desembolso de 350 millones. Una vez terminada la primera fase, producirá más de 17,000 toneladas de litio, para llegar a 35,000 toneladas en su fase final.
IHS Markit espera que a medida que más fabricantes produzcan más vehículos de baterías habrá más oportunidades para hacer crecer la cadena de suministro de vehículos eléctricos en la región. "El nuevo impulso que la administración de Biden planea dar a los vehículos eléctricos conducirá al desarrollo de proveedores regionales, incluido México. Pero también habrá una mayor presión para que los miembros de T-MEC cumplan con sus compromisos con respecto al desarrollo de energía limpia y mejores condiciones de trabajo", dice Guido Vildozo, analista del sector de IHS Markit.
Aunque el presidente entrante enfatiza la importancia de crear un millón de empleos basados en tecnologías y componentes relacionados con vehículos eléctricos, es poco probable que todas las inversiones lleguen a Estados Unidos o que las empresas reubiquen sus operaciones de México a Estados Unidos. Si las tensiones con China continúan, el T-MEC, al que Biden no ha mostrado oposición, proporciona un marco para una cadena de suministro automotriz más sólida en Norteamérica.
“En principio, nos parece que la designación de Katherine Tai al frente de la USTR (la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos) es una buena designación, que creemos nos permitirá una buena interlocución entre ambos países. Más amable de la que tuvimos con Robert Lighthizer”, dijo Fausto Cuevas, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.