El sitio web de transición del demócrata incluye el compromiso de crear un millón de nuevos puestos de trabajo en la industria automotriz de Estados Unidos, y los vehículos eléctricos están en el centro de la estrategia. Los planes específicos incluyen apoyos para que los compradores se cambien a este tipo de autos, un compromiso para construir medio millón de estaciones de carga y acelerar la investigación y el desarrollo de baterías.
Este nuevo impulso que Biden quiere dar a la electrificación ya está teniendo un impacto en los fabricantes americanos. General Motors, por ejemplo, hizo recientemente una serie de anuncios en los que describe planes agresivos para convertirse en líder de este mercado. Recientemente, revivió la marca Hummer con una pickup eléctrica y anunció el lanzamiento de nuevos modelos para este año. El objetivo es que hacia 2025 el 40% de sus ventas en el mercado estadounidense provengan de este tipo de modelos.
Ford está listo para comenzar a enviar su Mustang Mach-E desde una planta mexicana, mientras que Stellantis, la nueva corporación formada por el grupo FCA y PSA, planea lanzar una decena de nuevos modelos eléctricos a nivel global este año.
También BMW, Volkswagen y Volvo, que invierten mucho en vehículos eléctricos, se están preparando para lanzarlos en Estados Unidos en los próximos años.
Pero incluso con esta avalancha de nuevos modelos llegando a los pisos de venta, los incentivos son esenciales para acelerar la migración, porque el vehículo eléctrico típico sigue siendo inasequible para el comprador promedio de automóviles. El Tesla Model 3 y el Mustang Mach-E, por ejemplo, cuestan cada uno más de 40,000 dólares (aproximadamente 783,000 pesos). Los fabricantes saben que esto todavía es demasiado.
“El reto ahora ya no es tener más oferta de modelos eléctricos sino que sean asequibles”, dijo el martes Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis,en conferencia de prensa.
El año pasado se vendieron alrededor de 14.6 millones de automóviles nuevos en el mercado estadounidense, pero solo 328,000 se conectan a un enchufe.
Más de un fabricante ha declarado sus intenciones de eventualmente producir un eléctrico que se venda por alrededor de 25,000 dólares (unos 490,000 pesos). Pero para reducir los costos de producción, Estados Unidos debe tener un mayor control sobre la cadena de suministro, comenzando con los materiales críticos de la batería (litio, grafito, níquel).