Las medidas implementadas por Estados Unidos y Canadá para frenar el avance del COVID-19 afectaron una recuperación de pasajeros desde México que prácticamente se había mantenido por ocho meses, con lo cual el tráfico desde ambos países se ajustó considerablemente.
Por una parte, en febrero el tráfico de pasajeros desde Estados Unidos se redujo un tercio respecto a enero, mes que ya había sido afectado por la temporada baja de viajes. Mientras que en diciembre se registraron 1.79 millones de pasajeros con México, para febrero este nivel disminuyó a 1.06 millones, tras el requerimiento de pruebas de COVID-19 negativas que entró en vigor desde el 26 de enero pasado.
En el caso de Canadá, el flujo de usuarios pasó de 41,600 en enero a apenas 6,800 durante el mes pasado, luego de que se cancelaran todos los vuelos desde el 30 de enero por tres meses, hasta el próximo 30 de abril.