Industria con respirador
Los gimnasios son uno de los sectores más afectados por la crisis del COVID-19, debido a los cierres de sucursales y el regreso paulatino. Para sortear la crisis, adoptaron las aplicaciones móviles y las clases en línea para sobrevivir.
Las aplicaciones móviles y hasta las redes sociales como Facebook e Instagram son ahora los puntos de reunión para que el público en general acceda a diferentes contenidos para ejercitarse desde casa. Las empresas tuvieron que apretar el paso para ofrecer las clases en línea, brazo del negocio que mantendrán, con estrategias diferentes, de acuerdo con sus modelos y clientes.
Con el cambio en el semáforo epidemiológico de rojo a naranja, los clubes retomaron sus actividades para actividades individuales y con cita. En algunos casos, las terrazas fueron optimizadas para usarse como áreas abiertas y así evitar contagios.
Sin embargo no todos los centros lograron sobrevivir a la emergencia sanitaria. 30% de los gimnasios en el país tuvieron que cerrar de forma definitiva y este porcentaje se puede incrementar a 50%, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes (AMEGYC).
Las primeras cadenas de gimnasios, salones y boutiques para hacer ejercicio cerraron sus puertas el 18 de marzo del año pasado. Con el impacto, algunos de estos grupos ajustaron sus planes de aperturas de unidades nuevas.
El panorama para la industria fitness en el país es complejo, sin embargo, podría tener una recuperación en el mediano plazo, dado que los mexicanos han adoptado hábitos para mejorar su salud a causa de la pandemia.
Durante el año pasado, Sports World tuvo una caída en sus ingresos de 54% a 921.1 millones de pesos y en el último trimestre cerró de forma definitiva tres clubes, de acuerdo con su último reporte financiero.