La aprobación de cada vez más vacunas contra el COVID-19 alrededor del mundo, aunada a una necesidad de reducir costos logísticos, tiene el potencial de impulsar el movimiento de vacunas vía marítima para el segundo semestre de este año, considera la multinacional danesa Maersk.
A la fecha, las exportaciones por vía aérea han dominado el mercado de vacunas, reconoce Robin Townley, director de proyectos especiales de Maersk. Pero a medida que más vacunas sean aprobadas más allá de las que él llama como de ‘primera generación’ –como las de Pfizer y Astra Zeneca–, se hará más evidente la necesidad de transporte marítimo, pues a la fecha las farmacéuticas enfrentan problemas de producción ante la alta demanda global.
“La industria está lista para transportar enormes cantidades de vacunas por mar en este momento. Nos hemos acercado a productores de vacunas y gobiernos con el tamaño de los cargamentos que haría sentido mover vía marítima, que podrían llegar prácticamente a cualquier parte del mundo en una semana, pero el problema es que la capacidad de producción no está donde debería para justificar un envío oceánico”.