“Poner recursos en Pemex es un uso ineficiente del dinero sin efectos positivos en la economía, ya que no hay un plan para reestructurar (a la empresa) financieramente”, dice el estudio publicado en abril pasado.
De acuerdo con cálculos del organismo, la administración federal ha destinado el 1.1% del Producto Interno Bruto (PIB) al rescate económico tras la pandemia, mientras que el apoyo financiero que se le dará a la empresa estatal este año podría rebasar el 1.4% del PIB.
El país ha formulado uno de los paquetes económicos más pequeños en Latinoamérica, pero ha sostenido su apoyo financiero de manera incondicional a la petrolera, dice la Universidad de Rice.
Para este año, el gobierno federal ha anunciado apoyos a Pemex por 170,000 millones de pesos, equivalente a 8,300 millones de dólares, que se dividirán entre capitalizaciones para amortizar su deuda y un beneficio fiscal mediante la reducción de la Tasa de Utilidad Compartida, el impuesto que paga la empresa por cada barril extraído y que representa cerca del 80% de su carga fiscal.
“Estás desperdiciando recursos limitados cuando el gobierno también habla de una austeridad republicana y que de alguna manera esos recursos, que son pocos, no están siendo utilizados para otras cuestiones como es salud, educación o seguridad”, dice José Iván Rodríguez-Sánchez, investigador del Baker Institute y autor del estudio, en una videollamada.
El investigador cuenta que el primer objetivo de la realización del estudio era describir los cuatro pilares que han ayudado a la economía mexicana durante la pandemia: las remesas, el turismo, la manufactura y las exportaciones petroleras. Pero en el proceso él y Tony Payan, el otro autor del documento, descubrieron que la carga financiera de la petrolera estatal era mayor que los beneficios.
En su estudio el think thank ha definido a la petrolera como un “lastre” para la economía nacional, sobre todo en la coyuntura actual rumbo a una recuperación tras los estragos de la pandemia.
La fuerte relación de la economía con la estatal se agrava, afirman en el estudio, al tomar en cuenta que los fuertes apoyos económicos se han dado sin un plan de inversión, desarrollo y de innovación tecnológica encaminado a evitar mayores pérdidas o refinanciar a la compañía.
“Básicamente lo que estás haciendo es tirar el dinero (...). El lastre es que esta empresa te está quitando todos esos recursos y en lugar de ayudarte a crecer está, de alguna manera, paralizando la economía”, dice el investigador.
Visto con optimismo, dice el Instituto Baker, Pemex podría ayudar a la recuperación económica tras la pandemia, si los precios del petróleo suben de manera drástica, aunque eso depende totalmente de factores externos, y no será sostenible en el largo plazo.