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¿Un cliente es más feliz comprando un auto por internet?

Un estudio de JD Power México muestra que la mayor parte de las insatisfacciones que los clientes tienen a la hora de comprar un vehículo están asociadas al concesionario, más que al modelo.
lun 17 mayo 2021 03:13 PM
Comprar un auto por Internet
A un año de que surgieran las primeras iniciativas de comercio electrónico, y tras la reapertura de la mayoría de los pisos de venta, el proceso de venta de los autos se ha quedado en el limbo, entre del esquema físico y el online.

Para José Román, CEO de Nissan Mexicana, la omnicanalidad es uno de los mayores retos que enfrenta la marca en el terreno de las ventas este año. Este término, que en los últimos meses se ha puesto de moda entre las empresas que buscan un modelo de comercialización mixto, entre lo físico y lo digital, significa que la armadora japonesa, por ejemplo, tiene que ofrecer una experiencia de compra consistente entre su página web, su call center y los más de 200 concesionarios que tiene en el país.

“Queremos darle al cliente todas las posibilidades: si quiere ir al distribuidor, que vaya; pero que también tenga la opción de hacer el proceso por internet. Para que esto ocurra tenemos que lograr una experiencia omnicanal, es decir, que por cualquier canal que el cliente nos contacte tenga una experiencia positiva”, explica Román.

Lograrlo no es sencillo. El contacto con el cliente final tradicionalmente no depende del fabricante, sino de su red de distribuidores. Una red que está en manos de empresas distintas, que aunque adoptan una imagen de marca que permite unificar el aspecto de todos los concesionarios de una armadora, no dejan de tener diferencias en sus procesos de atención y servicio al cliente.

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Un estudio de la consultora J.D. Power México muestra que la mayor parte de las insatisfacciones que los clientes tienen a la hora de comprar un vehículo están asociadas al concesionario, más que al vehículo. De 15 factores que hicieron que un cliente no comprase un auto en el último año, solo dos tienen que ver directamente con el fabricante: precio elevado y falta de inventario. El resto tienen que ver con el punto de venta, desde una ubicación inconveniente, hasta un desconocimiento de los detalles técnicos del auto o una mala y tardía atención por parte del vendedor.

Varios de estos factores inhibidores de la compra de un vehículo podrían erradicarse echando mano de las ventas online. El más evidente es el de la “ubicación inconveniente del distribuidor”. Incluso el fabricante podría subir las especificaciones técnicas del vehículo a un showroom virtual y quitarse el problema de un vendedor inexperto.

El año pasado, en medio del cierre generalizado de los pisos de venta, las armadoras añadieron a sus sitios web nuevas funcionalidades para permitir que los clientes pudieran realizar varias de las fases del proceso de compra online, desde ver las especificaciones técnicas del vehículo, hasta hacer simulaciones de cotización e incluso apartar el modelo con 5,000 pesos. Esto permitió que el uso de Internet para comprar un modelo tuviera mayor relevancia y que el sitio web de las marcas ya se incluyera como uno de los elementos de satisfacción de compra a evaluar.

En 2018, 79.8% de los compradores de vehículos nuevos usaban internet para asistir su compra. En 2020 esta cifra aumentó a un 87%. “El sitio web de las marcas ya representa el 7% de la satisfacción del cliente a la hora de comprar un auto. Es el factor que tiene el peso más bajo pero ya incide en la satisfacción del cliente”, explica Brais Alvarez, gerente de cuenta en J.D. Power México.

Pero a un año de que surgieran las primeras iniciativas de comercio electrónico en el sector automotriz, y tras la reapertura de la mayoría de los pisos de venta, el proceso de venta de los autos se ha quedado en medio de los dos formatos. “Ni lo puedes realizar completamente online, ni se puede hacer completamente offline en aquellos estados que continúan con restricciones”, dice Gerardo Gómez, director de J.D.Power México. “Ahora lo que pasa es que el proceso inicia en el canal online pero llega un punto en el que el asesor digital le dice a cliente: bueno, ahora continuamos el proceso en el distribuidor” añade.

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Para el director de la consultora en México, los fabricantes tienen el reto de mantener todo el proceso online siempre que el cliente lo quiera así, porque hoy la venta aún depende, en gran medida, de tener un contacto físico con un vendedor: el 98% de los clientes encuestados por J.D. Power México que compraron un auto en el último año, tuvieron que acudir a un concesionario para finalizar su proceso.

Además los clientes detectan algunas inconsistencias entre ambos canales. Por ejemplo, a 23% de los encuestados por J.D. Power les generó inconformidad que el precio de la página web no fuera el mismo que ofrece el distribuidor.

“El dealer del futuro definitivamente va a cambiar, ahora es 100% físico, pero va a tener que migrar una parte de su operación al terreno digital. Tiene que modernizarse muchísimo y en esto estamos trabajando”, dice Román, de Nissan.

Hacer que una veintena de grupos de distribuidores armonicen con el canal online es un reto que implica inversiones, consistencia en procesos y la reconfiguración del organigrama en los pisos de venta: más asesores digitales que conozcan las especificaciones técnicas de los autos y menos vendedores tradicionales.

“Es un desafío grande, para nosotros y para toda la industria”, concluye Román.

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