En México, el año pasado la emergencia sanitaria coincidió con una serie de cambios hechos desde el ejecutivo para modificar las reglas del mercado eléctrico y así dar prioridad en el despacho –el orden que se usa la electricidad– a las plantas propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero pese a ello, las energías renovables, principalmente la solar, sumaron un crecimiento importante y quitaron mucha participación de mercado a otros combustibles, principalmente al carbón.
Así, durante todo el año pasado la generación eólica sumó un aumento de 18% en comparación con 2019, de acuerdo con datos del Cenace, el organismo operador del mercado. La electricidad vía centrales solares aumentó 61% y en contraste otros combustibles fósiles cayeron de manera importante.
Justo unos meses antes el ejecutivo había promovido una serie de medidas que tenían como finalidad cambiar la dinámica del mercado eléctrico, que finalmente fueron suspendidas por jueces en materia de competencia, que continúan en el mismo estado.
El carbón fue la fuente cuya demanda cayó de manera más pronunciada, en un 58% durante el 2020.
Comparando diciembre de 2020 con el mismo mes de un año antes, la utilización de las centrales eólicas aumentaron en un 33% y el uso de las plantas fotovoltaicas en 40%, con base en los datos del Cenace.
El mayor uso de estas centrales se explica por el costo de producción de electricidad, que es mucho menor al registrado en el uso de combustóleo, diésel o carbón. La regulacióin actual establece que las energías de menor costo serán las primeras en utilizarse, así las de mayor costo se quedan al final de la fila.
La IEA, con sede en París, asegura que el crecimiento visto en 2020 podría repetirse en los años siguientes derivado de las acciones realizadas en conjunto, entre gobiernos y compañías, rumbo a la recuperación económica tras la pandemia, en la que las energías renovables jugarán un papel sustancial como motivo de inversión, y como parte de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
“Los gobiernos de todo el mundo han subastado niveles récord de capacidad renovable y las empresas han firmado acuerdos de compra de energía de nivel récord, incluso cuando la pandemia propagó incertidumbres macroeconómicas y suprimió la demanda”, ha explicado la organización en un estudio publicado hace unas semanas.
En México un estudio reciente realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) señala que el crecimiento constante de las energías renovables se debe a las políticas puestas en marcha durante anteriores gobiernos y a las suspensiones dictadas por el poder judicial que han dejado en pausa todos los cambios regulatorios provenientes desde el ejecutivo, principalmente la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en marzo pasado y suspendida durante el mismo mes.
“Dado que la generación eléctrica depende de las decisiones de inversión y del desarrollo de proyectos multianuales iniciados varios años antes de que una planta empiece a operar, los incrementos en la participación de generación limpia en el total de generación eléctrica del país son consecuencia del clima de inversión y del marco jurídico y regulatorio vigente hasta hace al menos tres años”, ha dicho el IMCO en su estudio más reciente sobre el tema.
Esta reforma busca cambiar la forma en que se toma la energía generada en las centrales eléctricas, para poner en un primer plano la electricidad producida por en las plantas de la estatal CFE. Un revés en la decisión de los jueces especializados en competencia, que hasta ahora han frenado la reforma, cambiaría el ritmo de crecimiento de los métodos renovables.