Hokchi Energy
El consorcio entre las argentinas Panamericana Energy y E&P Hidrocarburos reportó su primera producción en mayo del 2020 y en un año ya se ha convertido en la tercera petrolera privada que más aporta a la extracción de crudo.
Su producción, proveniente de un contrato que se adjudicó en la ronda 1.2, ha crecido de manera acelerada. Apenas en mayo del 2020 sumó una producción de 325 barriles diarios y en abril pasado, casi un año después, ya reporta 6,536 barriles al día, su cifra más alta desde el inicio de su operación.
La producción de Hokchi ya representa el 10.6% de la producción total privada y el consorcio, según ha informado, pretende más que duplicar su última cifra durante este año.
Diavaz
La mexicana Diavaz, una compañía especializada en servicios petroleros y vieja conocida de la estatal Pemex, tiene a su cargo tres contratos derivados de procesos de migración que la colocan como la cuarta compañía que más suma producción de crudo.
Con tres de los cuatro campos que opera, Ébano, Miquetla y Barcodón, la empresa reporta una producción de 6,183 barriles al día, que se ha mantenido en ese margen durante al menos el último año.
Diavaz fue una de las pocas compañías –además de Lifting, propiedad de Cotemar– que lograron transformarse de una empresa que ofrecia servicios a Pemex a una productora de petróleo, uno de los objetivos de la reforma energética de 2013.
La empresa tiene como socio financiero a la estatal Pemex en Miquetla y Ébano. Y es este último campo el que más aporta a la producción de Diavaz, con cerca del 80% del total reportado por la empresa.
La controversia y la explicación
La producción petrolera por parte de privados se ha convertido en una de las principales fuentes de disputa entre el sector privado y la administración federal.
Al inicio del sexenio, el presidente Andrés López Obrador decidió cancelar las rondas petroleras bajo el argumento de que la producción de los privados aún es mínima y puso "un aumento en las cifras" como condicionante para retomar el modelo derivado de la reforma energética.
En lo que va del sexenio las petroleras han casi duplicado su producción, de 31,373 barriles al día en diciembre de 2018 a los 61,501 reportados hasta abril pasado. Pero el gobierno federal aún no ha dado señales de retomar el instrumento de inversión privada.
Los privados, agrupados en la Asociación Mexicana de Hidrocarburos, han defendido que la baja producción de petróleo se deriva de que la gran mayoría de contratos adjudicados a privados se encuentran aún en fase de exploración y sus beneficios serán percibidos en el largo plazo.
"En Amexhi estamos convencidos de que el modelo de rondas y asociaciones ha sido exitoso en la medida en que el Estado Mexicano no ha asumido el riesgo de explorar. Al contrario, gana las contraprestaciones que se generan de la actividad industrial, mismas que puede reinvertir en sus planes de política pública para generar bienestar", dijo la organización en un comunicado durante los primeros meses de la administración federal.