“Por todo lo anterior, no pueden descartarse posibles ajustes futuros. Sin embargo, existe la expectativa general de una mejoría en el suministro de semiconductores en la segunda parte del año”, anotó Volkswagen.
El grupo mantendrá un monitoreo permanente de la situación de abasto de su cadena de valor; así como un análisis constante de los posibles ajustes que una situación de desabasto, junto con la programación de ciclos de fabricación y comportamiento de los mercados, pudieran ocasionar en nuestro programa de producción.
La armadora añadió que la producción no ha sido afectada a gran escala como resultado de sus trabajos para minimizar el impacto del desabasto de semiconductores.
La escasez global de semiconductores se ha vuelto la nueva pandemia que afecta la delicada salud del sector automotriz. La falta de este componente, proveniente de Taiwán y Corea del Sur, ya ha ocasionado paros en la producción de vehículos alrededor del mundo y México no ha sido la excepción.
Los fabricantes de chips tienen escasez de suministro porque asignaron una mayor parte de su producción a los productores de electrónica de consumo después de que las armadoras cerraran sus plantas el año pasado como resultado de la pandemia del Covid-19.
La producción de un solo chip puede implicar más de 1,000 etapas, 70 cruces de fronteras y una gran cantidad de empresas especializadas, la mayoría de ellas en Asia. La escasez de este componente ha provocado la paralización de decenas de plantas alrededor del mundo, afectando la disponibilidad de modelos en los pisos de venta de la mayoría de las marcas.
Con información de Ivet Rodríguez.